César Dubón se corona como campeón de España de pinball por tercer año consecutivo

El zaragozano es el único tricampeón de esta modalidad y a lo largo de su carrera ha ganado 30 torneos puntuables. Compartió podio en la final con otro zaragozano, Gabriel Fariñas.

César Dubón, en el centro, es tricampeón de España de pinball.
César Dubón, en el centro, es tricampeón de España de pinball.
H. A.

Su afición por las máquinas de pinball se remonta a su juventud, cuando de crío iba con los amigos a los recreativos. Tras décadas en el olvido, en 2013, César Dubón recuperó aquella afición de la infancia y ahora, diez años después, es tres veces campeón de España de esta modalidad. El último título lo ganaba hace unas semanas en Chauchina (Granada), cuando se imponía como el mejor del país en una final disputada contra los 25 clasificados por puntos. Con esta última victoria, el zaragozano puede presumir de haber ganado tres de las cinco ocasiones que se ha celebrado este torneo nacional hasta la fecha.

Dubón compartió podio en la final con otro zaragozano, Gabriel Fariñas, que quedó segundo. La tercera posición la ocupa el catalán César Rey. Junto con estas regiones, Madrid y Comunidad Valenciana también destacan por la creciente popularidad del pinball. El próximo reto para el campeón de España es no solo participar en el europeo, sino entrar entre los clasificados para ir al Mundial. Ambas citas se celebrarán en Alemania, en el mes de junio, y para Dubón no será la primera vez que participe a este nivel de competición.

Aunque no hay fórmula mágica, César habla de unas cualidades que hay que tener para triunfar en esto del pinball. “Hay que saberse las reglas, tener habilidad y reflejos, y conocer la máquina”, explica. Esto último no es tan fácil ya que en total hay unas 500 ó 600 diferentes por lo que, por mucha afición que uno tenga, es imposible tener acceso a todas. Él va aumentando su colección con los años y actualmente tiene nueve en casa. Confiesa que su favorita es la Jurassic Park, de la marca Stern, que salió al mercado hace apenas dos años. “Entre las de los años 90, me quedo con la Criatura del Lago, de Williams”, añade.

Los fabricantes de ambas máquinas son estadounidenses, el único país donde hoy en día se siguen fabricando máquinas de pinball. “En los años 60 y 70, España era el segundo, con marcas como Inder, Maresa o Playmatic. Pero con el tiempo se dejaron de hacer”, explica. Ahora, parece que, como todo, la afición por los pinball está volviendo. “Hay más demanda que oferta actualmente y en Zaragoza apenas hay máquinas en seis o siete bares”, asegura. En otras ciudades, como Madrid, dice César que ya se está notando el resurgir y se puede jugar en una treintena de establecimientos.

La relación de Dubón con el pinball va más allá de jugar. Parte del atractivo de esta afición es también comprar máquinas, restaurarlas y cuidarlas. Las que se venden en buen estado, asegura, han duplicado su precio en los últimos tres años, por el aumento de la popularidad. En el plano más deportivo, confiesa que desde que ganó el campeonato de España el pasado 27 de noviembre no ha tocado una máquina en una semana. “Voy tan saturado que no entreno”, añade. Pero, en una situación normal, acostumbra a jugar partidas dos o tres días por semana y nunca falla a su cita de los sábados. “Formó parte de un club privado con otros cinco compañeros y allí tenemos 35 ó 40 máquinas”, explica. Ahora, su hija de 25 años también se ha aficionado, a raíz de ver la devoción de su padre, y también echa partidas con ella.

Más de 400 personas compitiendo en España

Según los datos que maneja César, en España algo más de 400 personas han competido en torneos de pinball alguna vez. A nivel mundial, la cifra asciende a los casi 31.000 jugadores. De ellos, solo unos pocos, los que obtienen mejores puntuaciones a base de jugar torneos, llegan a las competiciones europeas y mundiales en las que Dubón espera participar el próximo verano. Para conseguirlo, no queda otra que jugar partidas y más partidas, y cuanto más variadas sean las máquinas, mejor. “En el campeonato de España, por ejemplo, se jugó en todas las modalidades: clásicas, alfanuméricas y modernas”, explica. A nivel usuario se nota la diferencia, por ejemplo, en que en las primeras, que son electromecánicas, el azar influye hasta en un 50% de la resolución de una jugada. “En cambio, en las modernas, si haces bien la jugada, suele salir bien”, matiza.

En los casi diez años que César lleva jugando de forma más profesional al pinball él mismo ha notado cómo ha ido mejorando y cogiendo soltura a base de practicar. Es este tiempo, ha ganado 30 torneos puntuables, organizados en toda España por distintos clubes y asociaciones.  

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