La compañía D’Click y su espectáculo ‘Latas’, el triunfo del circo aragonés más mestizo
Ana Castrillo, Javier Gracia y Hugo Gauthier han vuelto a ganar este año el premio Marcelino Orbés a la mejor producción del año
Recibieron el premio al mejor espectáculo aragonés de circo en 2015 y 2017, y lo acaban de ganar de nuevo en 2022 con su última producción, ‘Latas’. La compañía aragonesa D’Click cocina a fuego lento cada uno de sus espectáculos, pero todos dejan honda huella. "Latas’ ha sido fruto de un proceso creativo en el que partimos de un trabajo puramente físico, y al que le fuimos introduciendo otros elementos, como la dramaturgia, música, humor...", relata Ana Castrillo desde el local zaragozano donde ensaya la compañía.
‘Latas’ deslumbró al jurado de los premios Marcelino Orbés en un año en el que ha habido más competencia que nunca. Conjuga, además del mástil, disciplinas circenses como la acrobacia, el malabarismo o incluso la manipulación de objetos. Pero tiene mucho más, y ahí reside la clave de su éxito. Con una duración de una hora, incorpora variadas artes escénicas.
"El circo ha pasado por distintas etapas a lo largo de su historia, y en los años 80-90 del siglo pasado nació el circo contemporáneo que hoy disfrutamos después de abrirse a otras disciplinas artísticas –añade Hugo Gauthier–. Hoy apenas tiene límites y, si existen, son precisamente los que buscamos romper en D’Click".
¿Cómo llegó el trío de artistas especializado en mástil chino a componer una sinfonía visual que indaga en el cambio climático y la sostenibilidad? "En nuestro trabajo buscamos siempre un argumento, una historia. Estábamos investigando distintos objetos y llegamos a las latas. Empezamos a trabajar con ellas, vimos sus inmensas posibilidades para hablar de ciertas cosas y al final acabamos encargando un palé entero para incorporarlas al espectáculo", revela Javier Gracia. El trasfondo argumental lo da un mundo imaginado, desértico y semiapocalíptico, en el que las latas son prácticamente el único ‘atrezzo’ al margen de los cuerpos de los artistas y sus evoluciones. ‘Latas’ tiene mucho de coreografía, de teatro. "El circo siempre se ha definido como el arte del ‘más difícil todavía’ –apunta Ana Castrillo–. Nosotros, como compañía, buscamos siempre lo más bello. El circo, en realidad, vende ilusión. Sin ella no es nada».
D'Click celebró ayer su comida navideña y se encontró con una veintena de personas sentadas a la mesa. Y es que detrás de Ana Castrillo, Hugo Gauthier y Javier Gracia hay un amplio equipo de colaboradores.
"Nos ha costado un poco pero hemos aprendido a pedir ayuda –apunta Javier Gracia–. El circo está en auge, vive un buen momento, y ello se debe a que se ha abierto al mestizaje con otras artes. Nosotros somos tres y no podemos abarcarlo todo. En nuestro camino, hay gente que nos ha estado acompañando y ayudando».
Como Alfonso Pablo, que hace tan solo unos días ha dado una nueva revisión actoral a ‘Latas’. "Este es un espectáculo que, desde que lo pusimos en escena, no para de ser revisado –añade Ana Castrillo–. Hay sensibles diferencias entre la primera función y la que haríamos ahora. No nos podemos acomodar".
"Como artistas de circo, el virtuosismo tiene que ser una de nuestras aspiraciones –subraya Hugo Gauthier–. Pero siempre debe de servir al objetivo de contar algo. Desde el principio tuvimos claro que la técnica estaría siempre al servicio de la dramaturgia y no al revés". La experiencia interpretativa, actoral, les ha permitido salir de no pocos embrollos. Como el día en que alguien del público se quedó una lata que era vital en la función y tuvieron que salir adelante incorporando al espectáculo una lata de cerveza. O cuando, de gira en México, en una ciudad se encontraron con que les habían dispuesto un ‘mástil chino’ apenas mayor que el palo de una escoba y tuvieron que buscar a toda prisa en los polígonos industriales algo que les pudiera valer como sustituto.
Los tres son conscientes del gran momento que vive el circo aragonés, aunque alertan de que en parte es un espejismo. No hay protección para el artista y ciudades como Zaragoza carecen de escenarios o programaciones públicos y estables. "Hace falta un plan de cultura en el que el circo tenga voz propia", reclama Ana Castrillo. Y Javier Gracia añade: "Todavía hay muchos prejuicios y estereotipos en este mundo. Afortunadamente están surgiendo nuevos programas y festivales y cada vez acude más gente a los espectáculos. El circo, al ofrecer varias lecturas, es capaz de llegar a todos los públicos".
Cuatro producciones en doce años
Hugo Gauthier (Namur, Bélgica, 1977) llegó a Zaragoza tras pasar por la Escuela de Circo de Bruselas y el Circo del Mundo de Chile, donde se especializó en mástil chino y malabares. En la capital aragonesa empezó a trabajar en la cabalgata del Circo del Sol para la Expo 2008.
Conoció a Javier Gracia (Huesca, 1986), un joven que se había aficionado a los malabares y el diábolo mientras estudiaba Trabajo Social. Tras graduarse, Gracia viajó a Madrid para entrar en la Escuela Carampa. En 2011 ambos se presentaron públicamente con un espectáculo, ‘Los viajes de Colón’, que ya tenía la personalidad propia que hoy distingue a la compañía D’Click. La habían creado junto a Ana Castrillo el año anterior.
Ana Castrillo (Clermont Ferrand, Francia, aunque a los pocos meses de vida ya estaba en Zaragoza, 1980) protagonizó junto a Gauthier el segundo espectáculo de D’Click, ‘L’avant premiére’.
En 2016 llegó ‘Isla’, en el que participaban ya los tres, que recibió numerosos galardones (Marcelino Orbés, Noctívagos, Circada, Santa Isabel de las Artes Escénicas...) y que les convirtió en una referencia. La compañía ha realizado más de 300 funciones de sus cuatro espectáculos. "Creo que es en ‘Latas’ donde somos más nosotros mismos, porque es el espectáculo con más circo en bruto –asegura Javier Gracia–. Estamos siempre al límite en escena, hasta el punto de que hay elementos o ‘gags’ que el público no sabe si son fallos o están dentro del guión".
Detrás de los artistas de D’Click hay una veintena de especialistas y colaboradores que aportan sus conocimientos a cada espectáculo para convertirlo en una experiencia visual.
