El barbero de Sevilla ingresa en una tribu urbana

El Teatro Principal ofrece este sábado y domingo sendas funciones de la popular ópera de Rossini, ambientada en nuestros días

Vestuario diseñado por Clara Peluffo para cuatro de los personajes de 'El barbero de Sevilla'.
Vestuario diseñado por Clara Peluffo para tres de los personajes de 'El barbero de Sevilla'.
Heraldo.es

"Escuchando atentamente 'El barbero de Sevilla' me di cuenta de que lo que más me emocionaba era la energía de su música, que era una música escrita por un joven (Rossini tenía 24 años cuando la compuso) para los jóvenes de su tiempo. Y de ahí surgió el concepto de esta producción, que busca resaltar la propia energía de los jóvenes". Así presentaba este viernes el director de escena Leo Castaldi el trabajo que ha realizado para la producción de 'El barbero de Sevilla' que se presenta este fin de semana en el Teatro Principal de Zaragoza.

Con todo el aforo vendido desde hace días para las dos funciones, esta ópera bufa, en producción propia del Gobierno de Aragón, es la primera entrega de una nueva Temporada de Lírica y Danza, que incluye también una producción de ballet (17 y 18 de diciembre) y un recital de ópera (21 de diciembre).

Pablo Martínez, Paola Leguizamón, Borja Quiza, Ricardo Seguel, Pavel Chervinsky, Omar Lara, Amparo Navarro, Francisco Ruiz, Alejandro Escuer y Rafael Blasco son las voces en escena, en una ópera en la que la música corre a cargo de la Orquesta Reino de Aragón, con Ricardo Casero a la batuta, y el coro es Amici Musicae (16 voces), dirigido por Igor Tantos. 

Castaldi se ha traído la ópera a nuestros días apoyándose en el llamativo vestuario diseñado por Clara Peluffo, pero subraya el respeto a la partitura original. "Esta producción tiene una dramaturgia débil que no afecta a la historia -asegura-. Lo que se cuenta es, ni más ni menos, lo que pensó Rossini, con el libreto al completo y sin alteraciones. Pero el concepto que hay detrás nos lleva a una estética y un lenguaje determinados. Este es un 'Barbero' puesto en el escenario de un festival de música pop y rock actual, con sus tribus urbanas. De ahí el vestuario y el concepto escénico, aunque no queríamos ubicar la obra en un lugar y época concretos. Lo que se va a encontrar el espectador es un mundo en el que la época de Rossini y la contemporánea se mezclan". 

Casero, para sobreponerse a la acústica del teatro, ha optado por una reducción de la orquesta, pero ampliando las cuerdas (40 músicos) y Amici aporta las 16 voces que hacen posible la función. Las dos funciones, según señalaba este viernes Víctor Lucea, director general de Cultura del Gobierno de Aragón, están dedicadas a Teresa Berganza, "la mejor Rosina de la lírica".

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