Oswaldo Felipe: "Poder cocinar cosas en paralelo y a fuego lento es todo un lujo"

Actor, creador de contenidos escénicos, divulgador y fotógrafo, Felipe (Zaragoza, 1970) entró en la Promotora de Acción Infantil (PAI) en 1989

Oswaldo Felipe, con títeres de dedo, hace unos días, en Zaragoza.
Oswaldo Felipe, con títeres de dedo, hace unos días, en Zaragoza.
Oliver Duch

Usted hizo la carrera, consiguió el título y luego quiso dedicarse a lo que realmente le gustaba.

Tenía 19 años cuando empecé en la PAI. Trabajaba haciendo mezclas de sonido con ellos, y compaginaba bolos con la carrera de Enfermería. En 1992 preparamos un espectáculo de calle potente y ahí tenía más papel:acabé la carrera, me volqué en la PAI... y hasta hoy.

Los trabalenguas y juegos de palabras han sido y son un arma de seducción escénica para usted.

Me gustaron desde pequeño, como los malabares que me enseñó mi madre; en la PAI pude mezclar ambas cosas y acabaron surgiendo los ‘Cuentos colorados’, que sigo haciendo; esta semana los hemos llevado a Alerre, un pueblo con un ambiente muy chulo.

¿Qué es ‘Artilogios’?

El último espectáculo en el que estoy involucrado, y que alude a artilugios para un elogio poético; por ejemplo, un ‘susurrófono’ fonocaptor y pregonero del susurro. Lo estrenamos hace cuatro años, tras una larga preparación. Llamamos a Blanca Resano y acabamos de darle forma con ella; seguimos puliendo cosas, porque prefiero cambiar y mejorar una obra que sucumbir a la presión de nuevos estrenos constantes.

La fecha de caducidad es un corsé evitable en el teatro, entonces.

En el estreno siempre pienso que esa obra seguirá hasta que me jubile, aunque las circunstancias llevan muchas veces a retirar proyectos. En la PAI hemos tenido la suerte de poder priorizar la calidad del material y estrenar cuando vemos que tenemos algo consistente;es un lujo poder trabajar así, hacer muchas cosas en paralelo que se cocinan a fuego lento.

Hablando de paralelos, la fotografía astronómica es otra actividad que le quita el sueño desde hace tiempo.

Hicimos ‘Ondas’, una pieza de teatro científico, tras una petición de José Luis Cebollada, de Ciencia Viva. De ahí surgió un intercambio con una compañía escocesa para desarrollar un espectáculo sobre la historia de la astronomía. Yo no sabía nada de la materia, al principio se me cayó el alma a los pies; decidí comprarme un telescopio, ponerme a estudiar y poder así hablar con propiedad. Me apasionó: es otra manera de transmitir emociones, de provocar el asombro. Creo que para conseguir eso debes sentirlo tú primero, y la meta de la PAI es ayudar a moldear personas curiosas.

Con la pandemia hubo más tiempo para la observación estelar.

Así es. Estaba en la casa que tenemos en Muel, con mucho tiempo para estudiar. La astrofotografía ya es parte de mi trabajo.

¿Tiene buena sintonía y retroalimentación con los científicos al hacer espectáculos de ciencia?

¡Claro! Somos aliados. Estoy metido en la Agrupación Astronómica de Huesca, donde se juntan aficionados y profesionales. Los científicos tienen claro que la divulgación en un tono accesible al oyente es fundamental, y si nos apoyamos, la enseñanza cala más.

¿Cuál es su mejor experiencia escénica hasta la fecha?

Hace nada, en Hecho, y con ‘Artilogios’; lo representamos en la casa de Emilio Gastón. Pudimos desestructurar el espectáculo para trasladarlo a rincones concretos, con grupos muy reducidos. Su esposa Mar Carmen Gascón había visto el espectáculo y me sugirió que fuéramos a Hecho a desarrollarlo en su casa. Fue un día fantástico, una gozada.

Buena parte de la generación talluda se queja de la falta de iniciativa e imaginación de los jóvenes de hoy, y relaciona esas carencias con la superabundancia de estímulos. ¿Está de acuerdo?

A los jóvenes no les falta imaginación; de hecho, la tienen desbordante, son muy creativos. Lo que sí debemos plantearnos los que somos más mayores son otros modos de llegarles, de atraer su interés por la cultura; he visto por ahí programas municipales de bonificación por asistencia a eventos y espacios culturales. Además, cuando vienen, disfrutan.

¿Qué tiene en el horno ahora?

Un proyecto muy bonito: "Noches de 'star' mirando", que mezcla observación astronómica con temas de divulgación, música, malabares… tras el verano, nos centraremos en ‘Río y juego’ y seguiremos puliendo los espectáculos.

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