PINTURA. OCIO Y CULTURA

Paco Simón: «El artista crítico ayuda a que la sociedad no se convierta en un rebaño»

Nació en Barcelona en 1954. Hace 50 años integró el grupo Forma. Desarrolla su carrera en el pop y la abstracción. Expone en el Espacio Huecha

Paco Simón en su taller. Ahora expone en el Espacio Huecha de Alberite de San Juan.
Paco Simón (Barcelona, 1954) en su taller. Ahora expone en el Espacio Huecha de Alberite de San Juan.
Guillermo Mestre.

¿Cuál es el lugar del pintor en esta sociedad en plena crisis y con una guerra incierta?

El lugar del artista es complicado, más aún si su trabajo no se integra en el ‘mainstream’. El artista que es crítico con lo establecido y quiere romper moldes no lo tiene fácil pero es necesario para ayudar a que la sociedad no se convierta en un rebaño.

Ha viajado por muchos lugares del mundo, ¿qué le dicen las ciudades a un artista, qué le han dado a usted?

Hay que intentar ver siempre las cosas desde diferentes ángulos y viajar es un buen ejemplo para ello. Conocer y respetar otras culturas y formas de vida te hace más humilde, y por supuesto más sabio. No soporto a la gente que critica y desprecia desde la ignorancia.

Si mira hacia atrás, ¿qué le cuenta Torrero, la leyenda del campo viejo, la familia de los Simón, tan vinculados al Real Zaragoza?

Son tan agradables los olores de la infancia. Siempre que paso por allí recreo en mi mente el campo de Torrero; la torrecita que llevaba al palco, las taquillas, los vestuarios de la piscina, la tribuna general… Allí vivían mis abuelos y recuerdo entre muchas otras cosas ver vaciar la piscina y rellenarla con agua del Canal Imperial.

¿Cómo era aquel joven que bajaba de Torrero para ir a la Escuela de Artes? ¿Cuáles eran sus sueños?

Me veo con pantalón corto y flequillo a un lado cogiendo el tranvía con un cartapacio bajo el brazo. No tenía sueños pero se hizo realidad el paso de la infancia a la juventud. La escuela era un lugar de encuentro que, bajo un profesorado tardofranquista, me enseñó por donde no debía ir. Lo más importante fue conocer a quienes serían mis compañeros en el Grupo Forma

¿Cuál era para usted la modernidad de Zaragoza entonces?

La verdad es que la modernidad no la veía o no la supe encontrar. Mis referencias venían de fuera: Lindsay Kemp, King Crimson, Twyla Tharp, Willem De Kooning, Mark Rothko y artistas españoles como Millares, Tàpies, Luis de Pablo o Carles Santos.

Vemos que ya vivía con gran pasión la música, y alguna más bien rara y exótica. ¿Cómo le llegó, ha tenido un instructor, un maestro específico?

En casa de mis padres se oía mucha música, especialmente clásica. El tocadiscos lo teníamos bien amortizado; Brahms, Beethoven, Rachmaninov, Ravel… ¿Cómo no me iban después a gustar Frank Zappa, John Zorn, Sonic Youth o Miles Davis?

Medio siglo después de la primera muestra del grupo Forma… ¿Cómo define la aventura?

Me sorprendo a mí mismo. Éramos muy jóvenes, teníamos tan solo 17 años, hicimos tantas cosas en tan corto espacio de tiempo. Por rescatar, rescataría la espontaneidad, la vida sin prejuicios, el pensar y actuar sin dilación; pero por encima de todo rescataría a Manolo Marteles que nos dejó hace poco y es una pieza clave en el grupo.

Paco Simón, tras su experiencia irlandesa, está apostando por el paisaje.
Paco Simón, tras su experiencia irlandesa, está apostando por el paisaje.
Guillermo Mestre.

En el Espacio Huecha, inauguró su muestra el sábado, hay un poco de todo de lo que ha hecho: ese pop narrativo, de la noche y los bares, las mujeres y el jazz.

Bueno, como siempre hay color. Creo que es una muestra muy pulida, pocas piezas pero bien seleccionadas. Hay mujeres y hay pasillos de color. Creo que estas obras, algunas de ellas se exponen allí por primera vez, nos invitan a la alegría y al optimismo que en este caso es gratuito y necesario. Aquí volvemos a ver la utilidad del pintor.

Hablemos de jazz. ¿Cuántas veces ha tenido que contar su encuentro con Miles Davis?

Muchas veces, y seré breve en esta ocasión. Es fantástico poder conocer personalmente a alguien que te inspira y te estimula, que te sube cuando necesitas subir y te desciende cuando necesitas bajar. Todo mi amor por Miles Davis y su música.

Después del pop, pasó a una pintura más lírica. ¿Cómo se siente en la abstracción?

Me siento cómodo en cualquier situación, en definitiva soy yo quien la busca aunque también hay turbulencias. Me gusta cambiar, me siento identificado con la frase «I have to change to stay the same» que marcó tanto a De Kooning cuando acudía a la Escuela de Artes en Roterdam. A raíz de mi muestra ‘Illuminating Walks’ en Irlanda en 2021, estoy trabajando sobre el paisaje.

¿Qué es más determinante para usted: la fuerza del arte o la pulsión del amor?

Es como caminar, nadar o ir en bici, hay que remar por los dos lados sucesivamente para avanzar aunque he de reconocer que a veces me dejo impulsar por el amor.

¿Qué le dicen nombres como Pollock, Tàpies y Paul Klee?

Los admiro a todos. Tápies inspiró alguna etapa del Grupo Forma pero con el tiempo, conociendo las obras de Beuys y posteriormente las de Kiefer, considero que fueron más trascendentales los otros dos.

Paco Simón celebra este años los 50 años de Forma, grupo que integró con Paco Rallo, Fernando Cortés, Manuel Marteles y luego Joaquín Gimeno.
Paco Simón celebra este años los 50 años de Forma, grupo que integró con Paco Rallo, Fernando Cortés, Manuel Marteles y luego Joaquín Gimeno. Su obra en Alberite de San Juan.
Espacio Huecha.

Dónde está ahora? ¿Cómo se vive y se trabaja en Las Armas?

Uff, es complicado. La verdad es que el espacio me gusta pero es difícil crear algo cuando cada día que vas al estudio no sabes lo que te vas a encontrar. No tengo muy claro cuál es la intención del Ayuntamiento con Las Armas. Se han ido desalojando los locales y me da la sensación de que esto va a continuar, yo me he dado unos meses de plazo para tomar una decisión dependiendo de si hay alguna intención de reactivar esto o dejar que sea un ‘ghetto’.

Imparte habitualmente talleres a los niños. ¿Qué les enseña y qué le enseñan?

Es fantástico trabajar con niños. Yo les enseño lo que sé aplicado a su edad desde la perspectiva del artista no de la del profesor del colegio. Intento estimular su imaginación y que creen en libertad a la vez que van aprendiendo las técnicas. Trabajar con niños te regenera, te transmiten la inocencia y la espontaneidad actitudes que a veces se van perdiendo con el tiempo.

Hay muy buenos artistas y mucha rebeldía pero hay que salir de los medios habituales para encontrarlos.(...) Añoro esos días donde el arte molestaba al sistema.

¿Cómo diría que está la enseñanza de la pintura en un tiempo donde el arte es puro mestizaje?

No estoy al corriente pero tengo la sensación de que no está para tirar cohetes. El conocimiento de las artes y las humanidades es fundamental para desarrollar el intelecto y no molestar al mundo.

Durante años el arte era un termómetro de rebeldía, de denuncia, de crítica social. ¿Hemos perdido eso o solo es una apariencia?

Hemos perdido eso. Hay muy buenos artistas y mucha rebeldía pero hay que salir de los medios habituales para encontrarlos. Veo mucho artista adocenado, no hay más que ver las ferias de arte que cada vez se parecen más a la de los caballitos donde se busca el impacto inmediato y por consecuencia el rápido olvido; es un poco como el MP3 a la música, llega a todo el mundo pero de baja calidad. Añoro esos días donde el arte molestaba al sistema.

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