El oscense Antonio Fernández Alvira culmina la programación artística de la Alhóndiga de Bilbao
Una instalación escultórica suya ocupa la terraza del centro cultural, espacio en el que ya intervino el zaragozano Néstor Lizalde.
Antonio Fernández Alvira (Huesca, 1977) es protagonista en la programación de los próximos meses de la Alhóndiga de Bilbao, el gran centro de cultura municipal de la capital vizcaína. Lo es con una instalación escultórica en la terraza, de título ‘Memoria de forma’, inspirada por la arquitectura y los usos del propio edificio. En principio podrá verse hasta el próximo 30 de octubre, aunque no es descartable que siga allí pasada esta fecha.
Fernández Alvira, licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco y uno de los nombres consolidados en el arte contemporáneo aragonés, ha empleado en su obra hierro, resinas y, sobre todo, cerámica, trabajada con un alfafero de Bandaliés, localidad de la comarca Hoya de Huesca que conserva esta tradición artesana.
El oscense no es el primer artista aragonés en intervenir en la terraza de este muy céntrico equipamiento cultural, cuyo nombre desde hace unos años es Azkuna Zentroa, en memoria del fallecido alcalde bilbaíno. En 2019 lo hizo el zaragozano Néstor Lizalde con una instalación lumínica, ‘Aquelarre eléctrico’, apreciable a diario tras el anochecer, que se ha incorporado permanentemente a su programación.
La muestra del trabajo de Antonio Fernández Alvira va a convivir en la oferta veraniega de la Alhóndiga con otras tres exposiciones: “Una voz para Erauso. Epílogo para un tiempo trans”, del colectivo Cabello Carceller; la instalación lumínica “Scientia”, de la peruana Grimanesa Amorós, y la titulada “Arquitecturas prematuras”, del artista y arquitecto Isidoro Valcárcel Medina.
