Los Monegros: cuna de ‘extraordinarios’ joteros

Dos cantadores oscenses han triunfado en el Certamen Oficial de Jota, repitiendo el éxito que lograron en 2017. Son Elena Casaña y Javier Badules

Elena Casaña y Javier Badules han triunfado este año en el Certamen Oficial de Jota de Zaragoza.
Elena Casaña y Javier Badules han triunfado este año en el Certamen Oficial de Jota de Zaragoza.
Carmelo Samper

Los Monegros es tierra de grandes joteros. Lo fue en el pasado y lo es en el presente. El cantador José Antonio Villellas, natural de Capdesaso, tiene una jota en la que eleva a la categoría de abuelo al gran Fidel Seral, hijo adoptivo de Tardienta, al considerar a una de sus más brillantes discípulas, Camila Gracia, como a su madre en el mundo de la jota. Y esa familia ha seguido creciendo. De esas hondas raíces, han surgido otros dos grandes talentos, Elena Casaña, natural de Albalatillo, y Javier Badules, de San Lorenzo del Flumen, que ya son dos veces ‘extraordinarios’.

Ambos cantadores volvieron a levantar al público de sus asientos en el último Certamen Oficial de Jota de Zaragoza. Y, al igual que en 2017, se hicieron con el premio Extraordinario. Badules se convirtió en el primer bicampeón de la provincia de Huesca y Casaña igualó a Inés Martínez. Detrás de este segundo título hay muchas horas de trabajo y esfuerzo, que remataron con "serenidad y aplomo", explica Badules, que atribuye su templanza sobre el escenario al que llega "con el único afán de superarse a sí mismo y potenciar sus virtudes". Y es que, tal y como añade Casaña, "salimos a disfrutar". Ambos tuvieron como primer maestro a José Antonio Villellas, que aprendió de la gran Camila Gracia, de la que heredó un estilo puro y valiente. "A mí la jota me gusta brava y que emocione", señala Casaña, que se define como una jotera clásica, de voz limpia y fuerte. También Badules se mueve en el mismo estilo. Ambos han crecido al abrigo de la agrupación folclórica Aires Monegrinos y, con los años, han pasado de alumnos a profesores y han terminado superando a su primer maestro. Ahora, se forman con otros dos grandes de la jota. Casaña recibe clases de Laura Martín y Badules de Nacho del Río.

Para la cantadora monegrina, el concurso ha servido para "forzarme a mantener el nivel adquirido y seguir en contacto con la jota", después de haber decidido reducir sus actuaciones en favor de su papel de madre. Frente a ello, y tras el parón de la pandemia, Badules se muestra feliz de haber vuelto a coger ritmo. A sus colaboraciones en el programa de Cristina Pardo ha ido sumando más actuaciones. Y, además, entre sus proyectos está la publicación de un disco junto a su actual maestro, Nacho del Río, al que dice deberle "cada uno de mis éxitos". A sus enseñanzas técnicas suma la transmisión de valores. "Nos enseña a salir al escenario con orgullo y responsabilidad, por nosotros y por la jota. También a sentir cada verso y lograr emocionar", añade Badules, que celebra el buen momento actual de la jota.

Elena Casaña: "El futuro de la jota debe estar en manos de quienes la respetan, trabajan y estudian para su dignificación"

Al gran número de escuelas y alumnos suma la necesidad de seguir trabajando para completar un cambio de visión. "La jota está dejando de ser vista como algo rancio o antiguo para entenderse como un género que nos identifica con nuestra tierra y que es fuente de orgullo", dice. "Hay que quitarse los complejos. A mí me gusta la jota. Y lo digo bien alto. Nacho del Río me dijo una vez que hay que ser muy valiente para tener capacidades que podrían llevarte a otro género y seguir enamorado del tuyo", añade. También Casaña cree que la clave está en amar y elevar la categoría de este género. "El futuro de la jota debe estar en manos de aquellos que la respetan, que trabajan y estudian por su dignificación. Las escuelas deben contar con los mejores profesionales", subraya la cantadora.

Y todo sin perder de vista nuevos retos. "Acaban de hacer un proyecto de fusión entre jota y música electrónica y, aunque seguramente todos le pondríamos algún pero, tenemos que llegar a un punto en el que con la calidad suficiente nos atrevamos a realizar nuevos proyectos. Hay que perderle el miedo y un día hacer un dúo con un cantante de éxito, igual que lo han hecho José Mercé y Diego El Cigala con Michel Camilo, con trabajos en los que fusionan el piano jazz con el flamenco. Tendríamos que tener la capacidad y la calidad para poder llevar la jota a otro nivel sin complejos", señala Badules.

Javier Badules: "Debemos tener la capacidad y la calidad para poder llevar la jota a otro nivel, sin complejos" 

"A lo largo de la historia han sido muchos los compositores clásicos que se han inspirado en la jota. No en un fandango charro o un bolero mallorquín. Chabrier hizo una jota, Liszt hizo una jota, Gottschalk hizo una jota... Y eso es lo que no hemos sabido vender. Ellos vieron la grandeza de este género y nosotros debemos sacarle brillo, con control y regulación y sin que se pierda su esencia", concluye el cantador. Para Casaña, también ese debe ser el camino de la jota, sin renunciar a su carácter popular y a sus señas de identidad. Sus ideas ya marcan escuela. Y, como profesores, siguen alumbrando a nuevos talentos que hacen crecer la ‘extraordinaria’ familia de la jota en Los Monegros.

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