Análisis

Samsung Galaxy Tab S6, un pequeño portátil y una gran tableta

Un televisor, un bloc para dibujar, una videoconsola o un completo PC, la Tab S6 quiere ser un todo en uno con Android en su interior, un lápiz y una funda teclado.

Samsung Galaxy Tab S6
Samsung Galaxy Tab S6
Heraldo.es

A punto de cumplirse el décimo aniversario del iPad, las predicciones no se han cumplido. Ni las que vaticinaron la desaparición de los portátiles, ni las que más adelante presagiaban la muerte de las tabletas. El camino hacia la convergencia sigue abierto, dando a luz a híbridos ya perfeccionados como el Galaxy Tab S6 de Samsung.

Desde el punto de vista técnico, esta tableta es un calco agigantado del Note 10. El Snapdragon 855 omnipresente en los ‘smartphones’ de gama alta– ofrece una potencia más que probada y capaz de ejecutar cualquier aplicación o juego sin sobresaltos; y sus 6 GB de RAM ofrecen solvencia más que suficiente para la multitarea. Al igual que el Note, la Tab S6 incluye un lapicero óptico, con más de 4.000 niveles de presión, que hará las delicias de los más artistas y servirá a los más prosaicos para usar la tableta como un gran bloc de notas de páginas infinitas.

En comparación con el Apple Pencil, el S-Pen es más pequeño y la sensación a la hora de dibujar es diferente. Mientras que el lapicero de Apple descansa y se recarga en un lateral, el de Samsung lo hace en la parte trasera del dispositivo. El S-Pen está incluido en los 730 € que cuesta la Tab, mientras que Apple obliga a sumar 135 euros a los 880 que cuesta el iPad.

Por fuera, la Galaxy Tab S6 es una tableta de diseño elegante, fabricada en aluminio, con un perfil ultrafino de solo 5,7 mm y un peso de 420 gramos. Cuenta con una batería de 7.040 mAh que le da una autonomía de algo más de 10 horas y se carga en poco más de dos.

Para el ocio y la productividad

Flanqueada por cuatro altavoces afinados por AKG y con Dolby Atmos, esta tableta tiene un sonido potente y profundo y la pantalla Amoled con resolución 1.600 por 2.560 pixeles completa un apartado multimedia sobresaliente.

En el ‘software’ encontramos más claroscuros. Android es un SO pensado para teléfonos móviles y, aunque cada día está mejor optimizado para tabletas, existen aplicaciones que no exprimen todas las posibilidades de una pantalla más grande, no están optimizadas y fallan en la representación gráfica o el funcionamiento.

One IU, la capa de personalización de Samsung, es ligera y elegante, con detalles que facilitan la usabilidad. Pero si el usuario prefiere una experiencia más similar al tradicional escritorio de ventanas de un portátil, Samsung cuenta con Dex, un emulador de sistema operativo que, con solo pulsar un botón, transforma la Tab en lo más parecido a un PC que Android es capaz de ofrecer.

Una funda imprescindible

La funda teclado, que Samsung vende por separado por 180 euros, es un accesorio que mejora muchísimo la experiencia de uso y que consta de dos piezas que se pueden usar de manera independiente: la tapa/soporte y el teclado con ‘trackpad’.

La primera consiste en una cobertura de plástico que se acopla a la parte trasera de la tableta mediante un potente imán y que, gracias a una bisagra muy similar a la de la Surface de Microsoft, hace las veces de soporte para sostener la Tab en posición horizontal con diferentes niveles de inclinación.

El teclado, por su parte, es fino y pequeño, fácil de transportar gracias a su tamaño pero no tan cómodo para escribir por la misma razón. El ‘trackpad’ es sensible, a veces demasiado, pero se puede deshabilitar.

En definitiva, el Galaxy Tab 6 es un dispositivo muy versátil con un ‘hardware’ sobresaliente cuyas únicas limitaciones son las propias de Android, un SO más móvil que ‘tablet’ y poco PC.

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