‘Torrente 5’ a la quinta potencia. Es lo que se vivió ayer en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza con un Santiago Segura en estado puro que promocionó como nadie su película, reivindicó esa capacidad de hacer reír "que está subestimada", defendió un cine más barato y menos "elitista" y hasta pidió la dimisión de Montoro. Al director de la saga más popular y taquillera de nuestro país se le esperaba con ganas. No se le veía por estos lares desde finales de 2002 (cuando participó en otra sesión del club de ‘La buena estrella’ junto al realizador aragonés Miguel Ángel Lamata como productor de su filme ‘Una de zombies’).

"Aquí veo público muy diverso, muy variopinto, me gusta". Así comenzó la charla con el cinéfilo y profesor Luis Alegre ante un aforo entregado. Bromas desde el primer momento. Empezó por la foto de Einstein que en la sala recuerda la visita del Nobel en 1923. "Yahora yo aquí, ya decía que esta Universidad iba en picado. Si hace falta, pongo una pegatina", chanceó.

Santiago Segura nunca se ha cansado de Torrente y si alguna vez le ha pasado, se lo calla. "Es un personaje muy castizo, muy español, y que algunos apuntan que está a punto de extinguirse, pero allí sigue, de actualidad. Yo soy muy serio trabajando y mi objetivo es hacer reír a los demás. El público de ‘Torrente’ es muy variopinto, pero hay cosas que tocan las cosquillas a todos. Es un trabajo muy analítico, a pesar de mi aspecto anormal", dijo en rueda de prensa."No quiero santificar la realidad"

Sobre la cara política del filme, más presente que en entregas precedentes, adujo: "No me interesa hacer crítica social ni santificar la realidad, tendría que estar haciendo una película cada dos meses. ‘Torrente’ es como somos los españoles, que nos gusta la picaresca desde Valle Inclán a los tebeos de Bruguera, que tiene mucho de Mortadelo y Filemón". A quienes critican la imagen de su casposo detective, les deja claro: "Yo sé diferenciar que Torrente es un personaje que me hace reír y hay cosas que me indignan. Hay gente que no lo entiende así y eso contribuye a que se crea que todos los males de España son por Torrente".

Le da "pena" y le "molesta" que le llamen el rey de la promoción. "Me considero un cineasta y en medio de la precariedad me tengo que vender a mí mismo. La promoción sirve para poner en el mapa la película, pero lo que cuenta es si al público le gusta".

Un Santiago Segura que es el mejor relaciones públicas de sí mismo lamentó que "en el mundo la capacidad de hacer reír esté subestimada". "Hay una idea general de que la risa está reñida con lo profundo y lo trascendente, cuando es un bálsamo". ¿Se animará a hacer un drama". "El drama me da urticaria, vivo inmerso en él desde que por la mañana enciendo el televisor. Necesito un filtro cómico cada día para encarrilarlo. No me siento capacitado y no es plato de gusto", explicó.

Un cañero Segura criticó el IVA del 21% y aseguró que el ministro Cristóbal Montoro debería haber dimitido tras decir que "el cine español es una birria". "Usted es un servidor público y no lo puede soltar, aunque lo piense, cuando está ejerciendo un cargo público". "Ya me he desahogado", concluyó.