Moda

Sombrillas aragonesas en la Madrid Fashion Week

Las creaciones de Lola Garraus formaron parte de la nueva colección de Ion Fiz.

Las sombrillas de Lola Garraus con bañador armado
Sombrillas aragonesas en la Madrid Fashion Week
EFE

No ha pasado ni medio año desde que la zaragozana Lola Garraus y sus socias, Ana Gómez y Carmela P. Torrecuadrada, presentaran en sociedad su empresa Solbrillas, y ya están subidas en la pasarela más importante de España, la Madrid Fashion Week.

El fulgurante camino que las llevó el domingo a mostrar sus creaciones como parte de la colección para el próximo verano del diseñador Ion Fiz las tiene eufóricas y muy ilusionadas de cara al futuro de su joven proyecto, pero, con los pies en la tierra:«Que te pase esto a los 30 no es lo mismo que que te pase a los 60», decía ayer Lola, recién salida del desfile. Aunque, eso sí, la alegría era evidente:«¡Ha sido un puntazo!».

Mujeres maduras

Efectivamente, la historia de Solbrillas es una historia muy madurada y de mujeres maduras, que el domingo vivió un momento impensable hace apenas unos meses. Tres sombrillas de la firma, dos para mujer y una para hombre, pasearon en manos de los modelos ante la atenta mirada del público de la pasarela antes conocida como Cibeles.


La celestina de la historia de amor entre las sombrillas de Lola Garraus y Ion Fiz fue Elena Benarroch, propietaria de una prestigiosa ‘boutique’ multimarca en Madrid y estilista, entre otros rostros conocidos, de Sonsoles Espinosa, la esposa de José Luis Rodríguez Zapatero. Un espacio efímero que Solbrillas montó en la tienda de Benarroch a comienzos del verano fue el escaparate perfecto para que Fiz se fijara en la original propuesta. Los parasoles de Lola, confeccionados de manera totalmente artesanal con retales de telas antiguas que le regaló su madre, eran el perfecto complemento para la colección que tenía en la cabeza y que mostró al público.


El romanticismo del XIX inundó la pasarela de Fiz, que dio al espacio un ambiente de jardín exquisito. Las ‘solbrillas’ acompañaron tres salidas, dos femeninas y una masculina. Para las femeninas, ambas en blanco, Lola Garraus ha confeccionado sendas piezas. Una, decorada con plumas, acompañó un conjuntó de bustier y vaporosa falda larga. La otra, de tela bordada, lució con un bañador muy armado. «Ha sido el conjunto favorito de Elena Benarroch», dijo Lola.


La colaboración incluyó una sombrilla para hombre, la primera de este tipo que elabora Solbrillas. Fue el perfecto complemento para el estilo ‘dandy’ que Fiz imprimió a sus modelos masculinos, como recién salidos de entre los naranjos de Blasco Ibáñez.

En la primera fila del desfile de Ion Fiz, entre otros, se sentaron su íntima amiga Raquel Sánchez Silva y Boris Izaguirre. «Nos ha dicho que le han gustado mucho nuestras sombrillas y le vamos a regalar una», contó Lola. También estuvo Irene Meritxell, la pareja del actor Imanol Arias, quien ha decorado a mano algunas de las sedas que también formaron parte del desfile.


Por la noche, a Lola y sus socias les quedaba una fiesta para celebrar el desfile. Y después, mucho trabajo. En el horizonte más cercano está la línea ‘low cost’, con sombrillas que rondarán los 80 euros, para la que ahora mismo están buscando nombre. Los niños también están en su punto de mira.En el ecuador

Pero ayer, en la Madrid Fashion Week no fue solamente el día de las aragonesas Solbrillas y de Ion Fiz.

En su ecuador, la pasarela anda convertida en una amalgama de influencias, colores y tendencias para la próxima temporada, en la que el domingo fue muy comentada la propuesta ‘minimal’ de Rabaneda y la vuelta al patrón rural de Roberto Etxeberría.


Como una prenda hecha en ‘patchwork’, la pasarela madrileña dibujó un crisol de propuestas sin común denominador para la próxima temporada primavera/verano, que se debaten entre el valor seguro del ‘prêt à porter’ y las prendas con pretensión de alta costura para ocasiones especiales.


Entre las propuestas más sólidas, la del joven Daniel Rabaneda (1986, Sevilla), que materializó las tormentas veraniegas y los tórridos días de sol a través de vestidos relajados y de fuerte identidad minimalista, en los que por primera vez utiliza los estampados de agua. Con fuerte aire masculino, y una paleta de azules, blanco, beige y un toque amarillo yema, el diseñador andaluz ha subido una mujer urbana, vestida con camisas y vestidos vaporosos, en siluetas versátiles y funcionales para el día, en las que ha desechado las mangas y juega con la superposición de telas y texturas. Fuera de todo discurso predecible también se situó Roberto Etxeberría y su colección íntegramente de hombre, ‘Guernika’, que se aleja de su marco de referencia afincada en la tradicional sastrería inglesa, para viajar hasta la España rural de las fotografías de Ortiz Echagüe.Chaquetillas andaluzas

Chaquetillas andaluzas, blusones vascos o una chamarreta de lagarterana, en las que experimenta por primera vez con el punto, y fusiona con pieles exóticas como el pitón, han paseado en tonos oscuros y con un guiño barroco, de la mano de modelos tan fuera de lo común, como el actor Oscar Jaenada o Shaun Ross, un modelo albino. Enmarcado en este ‘totum revolutum’ de propuestas, la diseñadora Maya Hansen no desentonó, centrada de nuevo en el exotismo, los colores vibrantes, los juegos geométricos y sus opulentos y reconocibles corsés.