El II Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés concluyó ayer en el Caixaforum de Zaragoza. "Lo que nos interesa es exponer la labor social de la arqueología y el patrimonio histórico", explicó José Ignacio Lorenzo, codirector del congreso y decano del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón. El experto lamentó que el Gobierno de Aragón haya disminuido sus inversiones en arqueología, a pesar de que los ayuntamientos y las diputaciones están "cada vez más concienciados". "Estamos a niveles de los años 80, mientras que otras comunidades, como Cataluña o Baleares, no han reducido la inversión pese a sus problemas".

En esta edición del congreso se han leído 60 comunicaciones con el objetivo de mostrar las novedades habidas desde la realización del primero, hace dos años. "Este año ha tenido un gran seguimiento. El público ha asistido a las ponencias de forma masiva y hemos superado los 250 inscritos", recalcó Lorenzo. El experto vasco en prehistoria Ignacio Barandiarán, graduado en la Universidad de Zaragoza, inauguró el simposio el pasado jueves con una conferencia que desgranó la polémica de las falsificaciones.

Las novedades

A las palabras del arqueólogo vasco le siguieron las comunicaciones sobre yacimientos prehistóricos, haciendo especial hincapié en los del Paleolítico medio. Las excavaciones en la localidad oscense de Arén están descubriendo un asentamiento musteriense que permitirá conocer cómo era la vida de los neardentales en la zona. Además, las investigaciones del arte rupestre de Cueva Hermosa, en Calcena –provincia de Zaragoza–, están aportando información acerca de los patrones de asentamiento y las redes de comunicación de las sociedades paleolíticas entre el valle medio del Ebro y la meseta.

Respecto a la época clásica, se explicó que continúan las excavaciones en Bilbilis –Calatayud–, donde se sigue analizando una vivienda romana, la Casa del Larario. Abandonada a finales del siglo II, es todo un ejemplo del complejo urbanismo de la ciudad, que tuvo que adaptarse a la orografía de la zona. Otros yacimientos clásicos que se están investigando en Aragón son los de la ciudad celtíbero-romana de Bursau –Borja– y las villas romanas en los alrededores de Tarazona. Asimismo, se ha descubierto en el cañón del río Vero un esqueleto infantil casi completo de la primera mitad del siglo IV.

La Edad Media fue la encargada de abrir la jornada de ayer. Las excavaciones en el castillo de Peracense –provincia de Teruel–, una de las fortificaciones mejor conservadas de Aragón, están revelando detalles de la vida feudal de los siglos XIII y XIV, mientras que la investigación de la necrópolis en la Lobera de Onsella, que data del siglo X, ha permitido a los arqueólogos, a partir del estudio de una veintena de enterramientos, definir una nueva tipología de tumbas.

La memoria histórica y la conservación del patrimonio también tuvieron su espacio en el congreso. La recuperación de los restos de un brigadista internacional que murió durante la Guerra Civil en la batalla de Caspe, así como la puesta en valor de las trincheras en Belchite y Rubielos, fueron algunos de los temas que se trataron. "Aquí es donde mejor se ve la labor social de la arqueología", explicó Lorenzo.

En este sentido, el experto recalcó que "lo que más interesa" es impulsar la protección de Caesar Augusta, así como poner en valor el arte rupestre y el Camino de Santiago francés en suelo aragonés, declarado patrimonio cultural mundial y europeo.