Cinco libros que meter en la maleta para (re)leer en verano

Parece que el buen tiempo y el ruido de las olas del mar invita a disfrutar de una buena lectura. Para no copar el peso de la maleta solo con libros, aquí van siete recomendaciones ligeras. Si ya las has leído, el verano es un buen momento para releerlas, nunca fallan.

'El Principito', de Antoine de Saint-Exupéry: un clásico dentro de los clásicos. Aunque de apariencia infantil, el mensaje de esta historia cala cuando ya se ha alcanzado cierta madurez. Nunca cansa su lectura ya que cada vez, las acertadas frases del protagonista cobran un nuevo sentido.  'El guardín entre el centeno', de J. D. Salinger: otro clásico que se ha colado en la listas de favoritos de muchas personas. Un libro para leer de adolescente y meterse en la piel del protagonista y releerlo de adulto para observar su comportamiento desde otra perspectiva. Incluso forma parte de la historia, al ser citado por el asesino de John Lennon en el momento de su muerte.  'El gran Gatsby', de F. Scott Fitzgerald: amor, lujo y dinero en la sociedad de los años 20. Un libro para reflexionar sobre las diferencias de clase, el decrépito del sueño americano y las aspiraciones humanas. Tras la lectura, nada mejor que disfrutar de la película.  'Los cachorros', de Mario Vargas Llosa: una lectura ligera con la que ahondar en la adolescencia y en lo difícil que es salirse de lo establecido. Un libro lleno de metáforas, donde la importancia del grupo va más allá del tiempo de ocio.  'Maldito karma', de David Safier: una novela sobre el secreto de la felicidad y las consecuencias de las acciones que hará reír a cualquier lector. Dos extras, para aquellos que no se conforman con pocas páginas:

'La chica del tren': la afamada novela de Paula Hawkins, sobre el poder de la imaginación y de la mente. La novela fue llevada al cine.  'Patria': Fernando Aramburu ha conseguido situar este título como uno de los libros del año. Una novela que muestra los más de 30 años de vida en Euskadi bajo el terrorismo, la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político.