Franco Battiato llenó el auditorio natural de Lanuza en esta XXVI edición de Pirineos Sur. Congregó a más de 4.000 personas que disfrutaron de una noche fría, pero inundada de música maravillosa. Un público que se entregó a sus canciones desde la primera pieza que interpretó, coreando y dedicándole grandes ovaciones. Además hubo un invitado de última hora, Juri Camisasca, uno de los músicos que colabora habitualmente con Battiato y que representa un vivo ejemplo de conexión entre la vanguardia y el pop.

El artista italiano subió por primera vez al escenario flotante de Lanuza y en el público le esperaban tanto jóvenes como más veteranos. Y es que es un buen ejemplo de lo que se puede llamar artista ‘viejoven’, porque sus canciones han logrado llegar a varias generaciones y trascender a lo largo de varias épocas. Su carrera, que abarca más de 50 años, se ha caracterizado por su riesgo e inconformismo, pero aun así ha logrado componer algunas canciones que han perdurado en la cultura popular europea: ‘Voglio vederti danzare’, ‘Centro di gravità permanente’ o ‘La estagione dell’Amore’ son algunos de sus famosos e imperecederos clásicos. Éstas no faltaron en el repertorio de ayer en Pirineos Sur, que se compuso de 21 canciones, la mayoría en italiano, y que inició con ‘Lòmbra della luce’.

Era un concierto muy esperado, y el segundo de su gira por España, y el público así lo demostró, tanto con su asistencia como por el silencio que reinó en el auditorio mientras el italiano interpretaba sus canciones. Hasta que él no hacía algún gesto, el público ni se inmutaba, demostrando un gran respeto a este importante icono de la música europea.

También se notó la impaciencia de los espectadores por ver al italiano, ya que a las 20.00 prácticamente no quedaban huecos para aparcar ni en los aparcamientos habilitados ni en la carretera de la presa del pantano que llega hasta Lanuza y Sallent de Gállego. La cola en los accesos fue kilométrica y poco antes de iniciarse el concierto, seguía entrando gente al auditorio de Lanuza. El público también agradeció que Battiato saliera pronto al escenario. Él llegó a Lanuza más de una hora antes de su actuación, y ya en ese momento fue aplaudido por el público, ante el que mostró su agradecimiento.

Previamente a su actuación, le acompañó un artista con el que comparte similares pasiones culturales, Juri Camisasca, y con el que ha colaborado en multitud de proyectos. Este músico italiano es un vivo ejemplo de conexión entre la vanguardia y el pop, de la búsqueda de la innovación partiendo del conocimiento de la tradición y las músicas populares. Salió puntual al escenario, a las 22.00 y 15 minutos más tarde, tras 3 canciones, fue el turno de Battiato. Finalizó la velada Božo Vre, un auténtico fenómeno musical en los Balcanes. Presentó su último trabajo, ‘Pandora’.

Buenas perspectivas

La XXVI edición de Pirineos Sur va a ser una de las más multitudinarias, y una prueba de ello ha sido el primer fin de semana, que ha congregado a miles de personas en el auditorio natural de Lanuza, además de en la localidad de Sallent de Gállego, donde se desarrollan otras actividades. Elisa Sancho, vicepresidenta de la Diputación Provincial de Huesca, destacó ayer "las buenas perspectivas para esta edición, que se prevé una de las más multitudinarias de los últimos años, con un 100% de ocupación hotelera en la zona durante el primer fin de semana", y cerca de 7.000 asistentes en estos primeros días de Pirineos Sur.

La vicepresidenta añadió que "el festival pone en valor la importancia de estrechar lazos con otras culturas como la latinoamericana a través de muestras artísticas" como la exposición de carteles ‘Hace color en La Habana’, de la artista cubana Giselle Monzón, autora de la imagen de Pirineos Sur de este año.