SESIÓN DE CONTROL EN EL SENADO

Zapatero exige lealtad al PP en política exterior y lucha contra el terrorismo

La muerte del preso cubano Orlando Zapata y el auto del juez Eloy Velasco que apunta indicios de una supuesta colaboración del Gobierno venezolano con ETA y las FARC, centraron gran parte del debate.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha exigido al PP que se ponga al lado del Ejecutivo en "cuestiones trascendentes" de política exterior y lucha antiterrorista, porque "casi nunca lo hacen".


Zapatero ha respondido en estos términos, en la sesión de control al Gobierno del pleno del Senado, a una pregunta del portavoz del PP, Pío García Escudero, que le ha interrogado sobre "la obsesión" del Ejecutivo por "ofrecer permanentemente una imagen tan acomplejada y tan humillante en política exterior".


El "cara a cara" tenía como fondo la muerte del preso cubano Orlando Zapata y el auto del juez Eloy Velasco que apunta indicios de una supuesta colaboración del Gobierno venezolano con ETA y las FARC, asuntos exhibidos por García Escudero como ejemplo de la, desde su punto de vista, mala política exterior española.


Según García Escudero, el auto del juez Velasco "no es más que la constatación" de lo que algunos ya se temían: la supuesta relación del Gobierno venezolano con el terrorismo de ETA y las FARC.


Por eso, el senador del PP se ha preguntado por qué no se ha convocado ya al embajador venezolano en España para que dé explicaciones, antes de calificar de "vergonzoso" que el Ejecutivo de Zapatero "se haya plegado" a firmar un comunicado conjunto que "da la impresión" de que los "culpables" de la situación son el juez, la policía y los medios de comunicación.


Unas acusaciones negadas por Zapatero, quien, frente a "la política de campanario", de "sacar pecho", de "retórica" y de "partidismo" que, a su juicio, practica el PP, ha contrapuesto la política exterior de su Gabinete, que ha considerado coherente y eficaz.


"Pónganse al lado del Gobierno en cuestiones trascendentes de política exterior y de lucha contra el terrorismo, que es lo trascendente, porque casi nunca lo hacen", ha reclamado Zapatero, convencido de la necesidad de ser "uno como país" y no dividir a los españoles con temas como esos.

En defensa de Aznar


En un tono muy severo, Zapatero ha recordado que ya ha salido en dos ocasiones en defensa del ex presidente José María Aznar y se ha quejado de que, en cambio, ningún miembro del PP salga en respaldo de él o de ningún socialista cuando reciben críticas del exterior.


También ha hecho notar que, cuando el PP gobernaba, el PSOE siempre apoyó su política exterior, sobre todo si estaba relacionada con la lucha antiterrorista, algo que Zapatero no aprecia ahora en el principal partido de la oposición.


Además, ha agregado, cuando su Ejecutivo se enfrenta a una supuesta colaboración de Venezuela con ETA, a raíz del auto del juez Eloy Velasco, la reacción del PP es contra el Gobierno.


"Ustedes callan y lo que hacen es criticar al Gobierno de España por lo que sucede en Venezuela", ha lamentado.


Con anterioridad, García Escudero se había empleado duramente contra la política exterior de Zapatero, que ha considerado "muy complaciente con los países donde se violan los derechos humanos y que son santuario de terroristas".


Tras acusar al Gobierno de Zapatero de "dar oxígeno" al régimen cubano, García Escudero no ha dejado pasar tampoco las relaciones con Venezuela, de cuyo presidente, Hugo Chávez, ha dicho que es un "parásito de la democracia", que se ha valido de ésta para llegar al poder y, desde allí, "liquidar la separación de poderes".


No ha faltado en este "rifirrafe" la guerra de Iraq, que Zapatero ha sacado a colación para defender la coherencia de su política exterior frente a las guerras ilegales o la violación de los derechos humanos, como en Guantánamo.


Su resumen ha sido que, mientras los socialistas procuran mirar siempre el interés general en política exterior, lucha antiterrorista y defensa de los derechos humanos, el PP antepone "en la mayoría de ocasiones" el interés partidista de corto alcance. "Qué lástima, qué pena, señorías", ha concluido.