Sánchez comunicará el lunes si dimite o sigue tras el señalamiento judicial a su mujer

Provoca una fuerte sacudida política tras proclamarse víctima del "acoso y derribo" de la derecha y la ultraderecha.

La continuidad de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno está en el aire y no por que ninguno de sus socios parlamentarios le haya retirado el apoyo y haya puesto en riesgo la heterogénea y compleja mayoría que lo sustenta desde el pasado noviembre, amnistía al 'procés' mediante, sino por decisión propia. En un nuevo golpe de efecto, el jefe del Ejecutivo anunció este miércoles en una carta a la ciudadanía publicada en la red social X que ha decidido abrir un periodo de reflexión después de que el titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, abriera diligencias previas contra su mujer, Begoña Gómez, a raíz de una denuncia del pseudosindicato Manos Limpias por supuesto tráfico de influencias.

En la misiva, en la que se presenta como víctima de una operación de "acoso y derribo" de la derecha y ultraderecha, Sánchez comunica la suspensión de su agenda pública hasta el lunes, 29 de abril, lo que incluye su intervención en la campaña para las elecciones catalanas del 12 de mayo -el hito que hasta ahora se percibía como determinante para la gobernabilidad del país, dadas las implicaciones que pueden tener para el futuro de Junts y ERC- y, en principio, el comité federal en el que el PSOE aprobará este sábado la lista para las europeas del 9 de junio.

Al llegar el lunes, Sánchez explicará, según avanzó, cuál ha sido su decisión. Hay un amplio abanico de posibilidades, desde su marcha y la designación de un sucesor o sucesora, que debería superar una nueva sesión de investidura, a su continuidad, pasando por una cuestión de confianza o la convocatoria de unas elecciones que tendrían carácter plebiscitario y que no podrían tener lugar antes del mes de julio, cuando haya transcurrido un año desde las pasadas generales, también adelantadas por sorpresa en un arriesgado movimiento del que, sin embargo, salió airoso.

"No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa. Como soy también plenamente consciente de que los ataques que sufro no son a mi persona sino a lo que represento -esgrime en el texto dado a conocer este miércoles-: una opción política progresista respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática".

Que Sánchez estaba muy afectado por lo que considera ataques injustificados a su mujer ya se hizo muy evidente en la sesión de control al Ejecutivo de este miércoles. Lo explicaban en su entorno y lo dejó traslucir su rostro. Ya fue llamativo, de hecho, que no fuera el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, quien se refiriera a la actuación del controvertido magistrado sino él mismo, a una pregunta del portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, sobre su confianza en la justicia española. "En un día como hoy, y a pesar de las noticias que he conocido -dijo-, sigo creyendo en la justicia de mi país".

Europa Press

A Sánchez le acompaña una leyenda de inquebrantable que él mismo ha contribuido a construir. Hace solo unos días presumía en una conversación informal con periodistas de tener una "piel de pingüino" sobre la que todo resbala. Sobre todo, los ataques de la oposición. Y ahí está su famoso 'Manual de resistencia', el libro en el que contaba cómo recuperó la secretaría general del PSOE en 2017 tras ser defenestrado en un traumático comité federal y dimitir como diputado para no facilitar la investidura de Mariano Rajoy. Sin embargo, ya en las pasadas elecciones generales, tras el batacazo de su partido en las autonómicas y municipales de mayo, optó por exponer su lado más sensible.

Profundamente enamorado

Esa apuesta por mostrarse como un hombre de carne y hueso y el relato de una cruzada contra la ola reaccionaria que recorría el mundo, representada en España según él por el PP y Vox, fueron sus principales bazas el 23-J. En la misiva de este miércoles ambas están presentes. Sánchez se declara "profundamente enamorado de su esposa", se cuestiona si merece la pena hacer a su familia pasar por situaciones como las que está viviendo y carga directamente contra sus dos principales adversarios, PP y Vox.

"Conscientes de que con el ataque político no sería suficiente, ahora han traspasado la línea del respeto a la vida familiar. Sin ningún rubor, el señor Feijóo y el señor Abascal y los intereses que a ellos les mueven han puesto en marcha lo que el gran escritor italiano Umberto Eco llamó la máquina del fango. Esto es, tratar de deshumanizar y deslegitimar al adversario político a través de denuncias tan escandalosas como falsas", dice.

También hace por desmontar lo que sabe que es una creencia ya instalada en buena parte de la sociedad española. "A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha política y mediática han tratado de hacer de mí nunca he tenido apego al cargo. Sí lo tengo al deber, al compromiso político del servicio público -dice-. Yo no paso por los cargos, hago valer la legitimidad de estas altas responsabilidades para transformar y hacer avanzar al país que quiero".

Según cuenta en su último libro, 'Tierra firme', Begoña Gómez fue la primera persona a la que informó en la madrugada del pasado 29 de mayo de su decisión de adelantar elecciones al 23 de julio. Después convocó a la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero; al secretario de Organización, Santos Cerdán; al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y a su director de Gabinete Óscar López. Este miércoles, tras publicar su carta, también reunió a su núcleo duro en la Moncloa.

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V.M./HA
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