Más de 10.000 menores tienen un alto riesgo de morir a manos de sus padres en España

Una especial peligrosidad se cierne en uno de cada ocho casos bajo protección del Ministerio del Interior, y hay una amenaza extrema en 31. Pero de los siete niños asesinados este año, sólo dos estuvieron dentro del sistema de protección

GRAFAND9915. ABLA (ALMERÍA), 18/03/2024.- Minuto de silencio frente al Ayuntamiento del municipio almeriense de Abla, donde residían la madre y las dos niñas de 2 y 4 años, presuntamente asesinadas por envenenamiento por su padre en Alboloduy (Almería), y donde se ha decretado tres días de luto oficial. EFE / Carlos Barba
Foto de archivo del minuto de silencio frente al Ayuntamiento del municipio almeriense de Abla, donde residían la madre y las dos niñas de 2 y 4 años, presuntamente asesinadas por envenenamiento por su padre en Alboloduy (Almería)
Carlos Barba

En el sistema de protección de víctimas de violencia de género (VioGen) activado por el Ministerio de Interior hay 84.745 casos activos, bajo seguimiento policial y con distintos grados de protección para las mujeres. En la mitad (52%), ellas tienen a su cargo uno o más menores, que quedan también al amparo de las autoridades. Entre estos casi 44.000 casos, hay 10.319 en los que los niños tienen un riesgo mayor de sufrir una "violencia muy grave o letal".

La mayoría (9.049) tienen riesgo medio; otros 1.239 lo registran alto y 31 están en situación extrema, es decir, muy protegidos ante la intención del padre de asesinarles para hacer daño a la madre. Se trata de casos, no de menores. Por cada una de estas madres puede haber uno o más menores que conviven con ella. La amenaza se extiende a todos.

Esta cifra ha crecido desde enero hasta el 31 de marzo de este año, un periodo en el que se ha registrado un lamentable récord de violencia vicaria, con cinco menores asesinados en el primer trimestre, a los que hay que añadir a los dos que perdieron la vida este martes. En enero, los menores en gravísimo peligro de muerte eran 23, pero una "especial combinación de indicadores" revisada recientemente aumentó un tercio la cifra.

De los siete menores asesinados estos 100 días de 2024, sólo dos estuvieron alguna vez bajo el radar policial, debido a que sólo una madre había interpuesto un procedimiento contra la pareja o ex por malos tratos en el pasado. En los demás casos, no constaban denuncias previas ni antecedentes, según los juzgados.

Protección policial

Cuando es posible detectarlos, bien sea porque la madre alerta a las autoridades o porque intervienen las instituciones directamente, se realiza una serie de "acciones inmediatas" para proteger a los menores en riesgo, asegura una fuente del Ministerio de Interior.

Una vez advertidos tanto la Fiscalía como los jueces y con una "valoración forense adicional" se asigna una unidad policial a la protección de los niños, junto a otras disposiciones de seguridad, de las que "no damos más detalles porque pondría en riesgo la eficacia de las propias medidas". La madre recibe "recomendaciones de autoprotección específicas dirigidas a garantizar la seguridad de los menores a su cargo".

Además de la violencia letal contra los hijos, hay otro tipo de agresiones que se incorporan a los protocolos para evitarlos. Las posibles víctimas, catalogadas dentro de "menores en situación de riesgo", también han crecido en estos últimos cien días. Actualmente hay 1.431 casos, con una cantidad mayor de niños bajo esta amenaza, que se suman a los de "especial vulnerabilidad".

Máximo daño

El padre de Ana, de siete años, y de Xavi, de diez, pasó las fiestas de Reyes con sus hijos. Estaba separado de la madre desde hacía "varios años", según los medios locales y no había denuncias previas. La noche antes de que comenzaran el colegio, el 8 de enero, abrió las válvulas de gas de su casa, donde dormían, y intoxicó hasta quitarles la vida. Él también se mató. Sucedió en Barcelona.

Dos meses después, el padre de Elisa y Larisa, de dos y cuatro años, disfrutaba con ellas un fin de semana en el cortijo donde vivía, siguiendo el régimen de visitas que había acordado con la madre. La mañana del domingo, antes de devolvérselas, las envenenó con pesticida, que ingirió él también. El asesino tenía una denuncia por violencia de género que la madre había retirado pero la Fiscalía había proseguido, y el día que se conoció la muerte de los mellizos de Cataluña, el 10 de abril, habría comenzado el juicio. Ocurrió en Abla, Almería, a mediados de abril.

Tres semanas más tarde, el padre de Ayax lo mató a cuchilladas cuando dormía y después atacó a la madre que alcanzó a defenderse y huir. Ella había despertado con el ruido que hacía su pareja cuando enterraba el arma en el cuerpo del niño de cinco años, y quedó herida de gravedad. Él huyó y fue detenido algunas horas más tarde. Pasó a comienzos de abril, en Girona.

Transcurrió menos de una semana cuando el padre de María y Yago, mellizos de ocho años, los asesinó. También mató a su pareja, la madre de los gemelos, en su domicilio. No había antecedentes de maltrato. El hombre se suicidó poco después. Todos estos casos han sido confirmados como violencia vicaria por el Ministerio de Igualdad. Fueron cometidos con alevosía.

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