La detención por un fraude con mascarillas del escudero de Ábalos sacude al Gobierno

La Guardia Civil arresta a Koldo García en una operación por supuestos contratos irregulares en la pandemia de Fomento e Interior y de los gobiernos de Baleares y Canarias.

El exiministro de Transportes y diputado del PSOE, José Luis Ábalos
El exiministro de Transportes y diputado del PSOE, José Luis Ábalos
Chema Moya

La detención de Koldo García Izaguirre, quien fuera mano derecha del exministro socialista, exsecretario de Organización del PSOE y actual diputado José Luis Ábalos, por un presunto fraude con la venta de material sanitario en plena pandemia ha provocado una fuerte sacudida en el Gobierno por la entidad de a quien salpica, la afectación sobre la gestión del Ejecutivo en una materia delicada y el momento de flaqueza tras el revés en las elecciones gallegas. La Guardia Civil arrestó a García y a otras 19 personas en una operación dirigida por la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, que indagan las supuestas comisiones ilegales recibidas en varios contratos concedidos por la Administración central y dos gobiernos autonómicos.

La compra de este material en el peor momento de la crisis sanitaria, en marzo y abril de 2020, fue realizada por los ministerios de Interior y Transportes -la otra denominación de Fomento en la etapa de Ábalos- y de las comunidades de Canarias y Baleares, entonces bajo presidencia socialista. Los contratos adjudicados sumaron 53 millones de euros. En el marco de Transportes están vinculados a la compra ADIF (el gestor de la infraestructura ferroviaria) y Puertos del Estado, mientras que las adquisiciones en Interior fueron autorizadas por la Secretaría de Estado de Seguridad. Los números dos y tres del ministerio declararon este lunes como testigos ante la Guardia Civil por un contrato de 3,4 millones.

El juez instructor de la Audiencia, Ismael Moreno, investiga la querella registrada en otoño pasado por Anticorrupción. La causa está bajo secreto. Los delitos que se persiguen son cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y organización criminal. Además de los 20 arrestados, se han llevado a cabo al menos 26 registros en Madrid, Alicante, Murcia, León, Álava, Vizcaya, Zaragoza y Cáceres. Junto a García, que ya no milita en el PSOE, la UCO de la Guardia Civil arrestó a su mujer, Patricia Úriz (en libertad y a la que el PSOE va a suspender su afiliación), a su hermano, Joseba García Izaguirre, y al empresario y presidente del Zamora Club de Fútbol, Víctor de Aldama. Del que fuera asesor de Ábalos, se sospecha que pudo adquirir con las comisiones varios bienes inmuebles en Alicante entre 2020 y 2023.

La denuncia que originó parte de la investigación fue interpuesta por el PP en la Comunidad de Madrid. Los populares aludieron a presuntas irregularidades en contratos de urgencia de la Administración central. En uno de ellos, relacionado con las adjudicaciones a la sociedad zaragozana Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, Anticorrupción halló evidencias de fraude. En concreto, el Ministerio de Transportes destinó 12,5 millones a la compra de cinco millones de mascarillas a esta mercantil. En cuanto a los gobiernos de Canarias y Baleares, fue beneficiada con cuatro y dos contratos, respectivamente.

"Muy decepcionado"

La operación, conocida en plena sesión de control al Gobierno en el Congreso, provocó una tormenta política sobre la que se tuvo que pronunciar el propio presidente, de viaje en Marruecos, a preguntas de los periodistas. Con el PP exigiendo a Ábalos que dé explicaciones e inquiriendo al jefe del Gobierno que aclare si los presuntos ilícitos fueron "el motivo" para el relevo del exministro en la remodelación del Ejecutivo de julio de 2021, Sánchez aseguró que él no tenía conocimiento de las supuestas irregularidades. Pero evitó responder a si teme que el hoy diputado acabe también manchado. Antes, en los pasillos del Congreso, Ábalos se había declarado "estupefacto y muy decepcionado" por las revelaciones, enfrió su relación con García -aunque habló con él hace dos semanas- y negó que tenga intención de dimitir.

Sánchez defendió que su Ejecutivo "siempre" ha colaborado con la justicia con un dardo velado al PP y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Cualquier intento de enriquecimiento a través del cobro de comisiones de una tragedia como fue la pandemia, como desgraciadamente hemos visto en otras autonomías, cuenta con mi reprobación y reproche", subrayó. Y no solo: recriminó a los populares sus "maledicencias" y su "celo" en este caso cuando no lo tuvieron con las sospechas sobre el hermano de Ayuso que fueron esgrimidas por Pablo Casado en el cisma de hace dos años que acabó con la elección de Feijóo al frente del partido. "Todo fue investigado por distintas instancias y se demostró que no había nada. Me gusta la fruta", disparó en un tuit la dirigente madrileña, en alusión al "hijo de puta" que dirigió a Sánchez en su investidura cuando le mentó a su hermano.

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