ERC torpedea el intento de Feijóo de enterrar ya su enredo con el indulto a Puigdemont

El líder del PP ironiza tras la afirmación de Rovira de que también quiso pactar con ellos: "No descartéis que digan que quise dar Defensa a Otegi".

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un mitin en Noia (La Coruña)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un mitin en Noia (La Coruña)
E. P.

Galicia, Galicia y Galicia. A cuatro días de que las urnas en esta comunidad se abran, el PP aprieta los dientes y trata de centrarse en la campaña electoral mientras amaina la tormenta política en torno al supuesto giro de Alberto Núñez Feijóo en sus relaciones con el independentismo catalán. El triunfo sigue en el horizonte pero los fallos pesan. El PSOE lo sabe y trata de hurgar en la herida de cara al sprint final para tratar de reconducir su perspectiva electoral. Los socialistas consideran que el viraje puede poner en peligro el liderazgo del jefe de la oposición y la mayoría absoluta del PP por más que los populares insistan en que están "tranquilos" y que su postura respecto a la viabilidad de una amnistía del 'procés' -que llegaron a estudiar "durante 24 horas" como reconoció este sábado el propio Feijóo- o un posible indulto condicionado a Carles Puigdemont no ha variado "ni un milímetro".

En el partido conservador consideran que Galicia, donde Feijóo gobernó durante catorce años ininterrumpidos hasta que decidió dar el salto a la capital, es un ecosistema donde los temas de política nacional no calan tan hondo como en Madrid o en Andalucía. "La gente allí no vota pensando en Puigdemont", arguyen en las filas populares, confiados en encauzar de nuevo la contienda y revalidar el domingo el Gobierno de la Xunta por más que la oposición use la amnistía como arma arrojadiza.

El candidato del PP, Alfonso Rueda, el principal afectado junto a Feijóo por el bumerán independentista, echa balones fuera y no cree que la polémica vaya a tener "en absoluto" influencia alguna el 18-F. "A lo mejor las perspectivas electorales no son tan buenas como algunas quieren hacer ver", dijo ayer sobre los últimos dardos lanzados por su rival del BNG, Ana Pontón, al alza en los sondeos.

Para revalidar la mayoría absoluta en esta comunidad, los populares están obligados a situarse por encima del 45%, absorber prácticamente todo el voto de la derecha y confiar en que la fragmentación de la izquierda los ayude a superar la barrera de los 38 escaños. En Génova tienen claro que no va a haber un tránsito de voto entre su partido y el BNG, pero sí creen que hay una transferencia de votantes entre el PSOE y el PP, y por eso buscarán atraer estos días a aquellos socialistas que se sienten engañados y no quieren una Xunta gobernada por un partido "soberanista". "Galicia se juega mucho y España entera, también, no aguantamos más nacionalismos ni más caraduras", advirtió Isabel Díaz Ayuso.

Contacto "coloquial"

La presidenta madrileña, una de las primeras voces del PP en cerrar filas con Feijóo tras la crisis, volvió este martes a echar un capote a su jefe de filas al minimizar el contenido de las conversaciones que Esquerra dice haber mantenido con los conservadores ante la investidura del líder del PP. Fue Marta Rovira la que en una entrevista en la cadena Ser afirmó que la formación conservadora se dirigió a ellos en agosto para lograr sus votos. Aseguró que fue el diputado Carlos Floriano quien habló con la diputada republicana Teresa Jordà para proponerles la negociación.

Un contacto "informal y coloquial" que Génova circunscribe a su parlamentario a título personal, ya que "nunca", insisten, han establecido "el más mínimo contacto con ERC para buscar su apoyo a una investidura". "¿De verdad estamos en esto? No sé qué credibilidad puede tener lo que diga esta mujer", resolvió Ayuso, en referencia a las afirmaciones de Rovira, huida en Suiza desde 2018 para eludir la acción de la justicia. "No descartéis que mañana digan que le ofrecí el Ministerio del Interior a ERC y Defensa a (Arnaldo) Otegi", ironizó, por su parte, Feijóo desde La Coruña.

El Gobierno aprovechó las declaraciones de la dirigente fugada para incidir en los contactos que están saliendo a la luz entre el PP y los independentistas con el objetivo de explorar un eventual apoyo a la investidura de Feijóo y para cuestionar toda su estrategia de oposición. "La mentira es el único proyecto político del PP", señaló la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, que acusó a los populares de haber hablado "hasta con el apuntador".

En la Moncloa y el PSOE están decididos a explotar esta controversia y alientan la idea de que hay más cosas aún que se desconocen de las reuniones entre el PP y Junts. Es más, creen que la formación de Puigdemont, tras la amenaza del expresidente de la Generalitat el pasado viernes, tiene información comprometedora para los populares que no dudará en utilizarla de acuerdo a sus intereses, convirtiendo la legislatura en una bomba de relojería para Feijóo.

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