Las discrepancias por la Diada aceleran la ruptura del Gobierno catalán

Junqueras y los consejeros de ERC se suman al plantón del presidente Aragonès a la manifestación de la ANC para el 11-S.

Jordi Puigneró y Pere Aragonès durante la reunión semanas del Gobierno catalán
Jordi Puigneró y Pere Aragonès durante la reunión semanas del Gobierno catalán
Efe

Hace cinco años el independentismo catalán, entonces unido, aprobó las leyes de la desconexión (la del referéndum y la de transitoriedad jurídica) y puso la directa para la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia. Ahora, un lustro después, el secesionismo está dividido y va camino de la ruptura. Incluso las discrepancias en torno a su manifestación para esta Diada están acelerando este cisma.

Así, los de los principales pesos pesados del secesionismo, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, no participarán en la manifestación independentista organizada por la ANC en la Diada del 11-S. Los consejeros de ERC en el Govern tampoco, desde el argumento de que no van a actos planteados con una orientación de atacar a los independentistas -en concreto a la propia Esquerra-, lo que dejará el domingo que viene la imagen de una manifestación en la que sólo estará un sector del movimiento secesionista. Los republicanos no estarán aunque sí en cambio los de Junts, cuyos consejeros acudirán en pleno. Y además se presentarán con reproches a sus compañeros en el poder por dar plantón a la ANC y fomentar la división. El propio vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró (de Junts), para marcar distancias con Aragonès y los consejeros de ERC, afirmó que acudirá siempre a la manifestación de la ANC hasta que Cataluña consiga la independencia.

La ausencia de Aragonès ya la había adelantado su entorno días atrás y la ratificó este martes la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, tras la reunión del consejo ejecutivo de la Generalitat. El presidente del Ejecutivo catalán no irá a la cita de la ANC el domingo, pero sí acudirá a la que ha convocado Òmnium Cultural, que será el único acto en el que estará representado todo el independentismo.

Junqueras también confirmó este martes su plante. Según el presidente de ERC, que el año pasado -pocos meses después de ser indultado-, fue abucheado y pitado, la manifestación de la ANC es "excluyente" con una parte del independentismo y a su juicio se ha convocado "contra" ERC. Pero la presidenta de la ANC le replicó, negando que la protesta se haya planteado contra los republicanos. "La manifestación no va contra nadie", afirmó en Catalunya Ràdio.

Aviso de Mas

El Govern catalán, mientras, trata de aislarse de las diferencias entre ERC y Junts, que van más allá de la controversia en torno a la Diada y que amenazan con la ruptura del Gabinete. "Esta Administración trabaja de manera coordinada y en sintonía", afirmó su portavoz en un mensaje que ya nadie compra. "Es una evidencia que hay diferencias de opinión en la coalición del Govern y no pasa nada, lo más importante es que la Diada vuelva a ser una manifestación masiva", dijo.

Pero la crisis entre las dos formaciones va a más. El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, advirtió de las consecuencias para el independentismo de la salida de Junts de la administración autonómica. Hay un sector del partido, agrupado en torno a Laura Borràs, que presiona para la ruptura inmediata. Frente a ello hay otro sector, el más pragmático, que no ve conveniente su salida del Gobierno en estos momentos, aunque ya admite en público que la posibilidad de la ruptura es real.

La dirección juntera ha dado un mes a Aragonès para variar el rumbo en materia secesionista. Superado el debate de política general a final de mes, la formación de Puigdemont debe fijar fecha para convocar una consulta interna entre la militancia y decidir la salida del Govern.

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