La Armada contará con un nuevo submarino en 2021

Tras detectar fallos en el diseño del mismo, el S-8 llega con seis años de retraso y un sobrecoste de más de 3.000 millones.

La Armada espera recibir el nuevo submarino S-80 en diciembre de 2021, con seis años de retraso y "un sobrecoste de unos 3.000 millones largos" sobre el presupuesto inicial del programa para la construcción de cuatro unidades, que ascendía a 2.135 millones.

Así lo ha reconocido el jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante general Teodoro López Calderón, en un encuentro con periodistas de información de Defensa en el que ha repasado los retos y prioridades de la Armada, entre los que están las nuevas fragatas F-110 y el buque de acción marítima BAM-IS de intervención subacuática.

El máximo jefe de la Armada ha dicho que es viable desde el punto de vista técnico el programa de los S-80, una vez superados los problemas de fallos de diseño, y que la primera unidad será entregada a la Armada en diciembre de 2021 y que estará operativo en 2023.

El primer S-80 tuvo que ser rediseñado por problemas de balance de peso que le impedía navegar por sobrepeso y ahora ha sido aumentada su eslora en 10 metros.

La entrega de la segunda unidad está prevista para 30 meses después y los otras dos unidades entre 2024 y 2025.

Además las dos primeras unidades del S-80 que se pongan a disposición de la Armada no contarán con el sistema de propulsión AIP.

Según la Armada, una vez resuelto ya el problema técnico es cuestión de que el Gobierno apruebe en un Consejo de Ministros la orden de ejecución de nuevos gastos del programa.

En septiembre de 2003 se autorizó al Ministerio de Defensa iniciar el proceso para la obtención de cuatro submarinos, no nucleares, de la serie 80, que fueron encargados a la empresa Izar, empresa pública del sector naval resultado de la fusión de astilleros Españoles con la Empresa Nacional Bazán y que, posteriormente, con la segregación de sus activos militares supuso la creación de Navantia en 2005.

La complejidad del programa ha hecho que se acumulen graves retrasos en su ejecución motivados por problemas técnicos asociados a la alta componente tecnológica que incorpora el submarino y a la falta de un socio tecnológico de referencia.

A punto de terminarse la construcción del primer submarino se detectaron errores en el proyecto que le impedían navegar por sobrepeso.

Por ello, en 2013 Defensa formalizó los acuerdos con la Armada de EEUU que permitieran a Navantia contar con el apoyo técnico del mayor fabricante mundial de submarinos, Electric Boat, para rediseñar el submarino.

Estos problemas y retrasos propiciaron que en diciembre del pasado año el Gobierno aprobara destinar 43,2 millones de euros para realizar la gran carena, es decir una revisión completa, del submarino Galerna, uno de los cuatro con los que cuenta la Armada.

Por otra parte, López Calderón ha destacado que la Armada tiene actualmente desplegados en el mar unos 2.300 militares participando en misiones en Irak, el Índico, el Mediterráneo y en la Antártida, y hay 19 buques navegando (de los 61 que tiene en total) y una docena inmovilizados.

Ha destacado que la fragata F-110 es importantísima para la Armada y ha confiado en que se firme la orden de ejecución a mediados de este año y tener la primera unidad en 2023.

Ha avanzado que se espera que en junio próximo llegue la primera unidad del nuevo BAM de intervención acuática y en septiembre la segunda.

También ha estimado que el nuevo helicóptero NH90 sea entregado en 2023 y ha precisado que "no hay nada decidido" sobre la adquisición de los aviones F-35, única alternativa actual a los aviones de despegue vertical específicos que necesita la Armada para renovar los actuales ya obsoletos.

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