El fiscal anticorrupción, Manuel Moix, presenta su dimisión

El fiscal general del Estado ha aceptado su renuncia, aunque ha descartado cualquier "clase de ilegalidad o irregularidad, ni siquiera incompatibilidad".

El fiscal Anticorrupción, Manuel Moix.
El fiscal Anticorrupción, Manuel Moix.
Efe

Manuel Moix ha renunciado a su cargo al frente de la Fiscalía Anticorrupción después de la polémica sobre su participación en una sociedad familiar radicada en Panamá, una decisión que han aplaudido las asociaciones de fiscales y que para la mayoría de la oposición llega tarde y es insuficiente.

Con un mandato breve de tres meses, Moix se ha visto obligado a presentar su renuncia irrevocable después de esa última polémica, aunque su escaso trimestre en la dirección de la Fiscalía Anticorrupción no ha estado exento de críticas a su gestión desde un amplio espectro de la política y la judicatura.

El fiscal Maza

Ya se esperaba este miércoles su renuncia, pero finalmente ha decidido hacerlo hoy ante el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, quien ha querido dejar claro que en el comportamiento de Moix no ha existido "ninguna clase de ilegalidad o irregularidad, ni siquiera incompatibilidad".

"Me ha presentado hace unos minutos su renuncia al puesto por motivos personales. Y, tras hablar con él, y puesto que ha insistido en que lo hace de manera irrevocable, no he podido convencerle. Ha ejercido el cargo a plena satisfacción. Pero no puedo obligar a alguien que alega motivos personales a seguir", ha zanjado Maza.

El diario Infolibre publicó que Moix posee el 25 % de una sociedad constituida en el paraíso fiscal de Panamá en 1988 y propietaria de un chalé en la localidad Collado Villalba (Madrid) valorado en 550.000 euros.

Moix y sus hermanos heredaron la sociedad tras el fallecimiento de sus padres y la han mantenido tras declararla a Hacienda. El fiscal dijo haberse enterado de la existencia de dicha sociedad cuando fallecieron sus padres, pero el mismo diario ha publicado después datos que contradicen esa versión.

Las tres asociaciones de fiscales han celebrado la dimisión por "necesaria" dado el "riesgo" que consideran que suponía la permanencia de Moix para la "imagen" de la institución.

El Gobierno, que pasó del apoyo público a Moix al silencio -el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ni se ha referido hoy a él-, ha dejado al ministro de Justicia, Rafael Catalá, la reacción al cese, en unas declaraciones en las que ha expresado su respeto por esa decisión "personal" a la vez que ha coincidido con Maza en sus apreciaciones.

Y en respuesta a las voces que han clamado por la renuncia o cese también de Maza, el titular de Justicia ha sido tajante al asegurar que "no hay ningún elemento nuevo" en cuanto a la gestión del fiscal general que lleve a promover un cambio al frente de esta institución.

No ha encontrado Moix muchos apoyos en el día de su renuncia, ni siquiera dentro del PP, donde se han observado algunas posturas diferentes.

Así, mientras que el coordinador general del partido, Fernando Martínez Maíllo, ha afirmado que en España "no hay impunidad" en las irregularidades fiscales, independientemente de quién esté al cargo, y que "al final el que la hace la paga", el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha tildado a Moix de "un gran fiscal, un hombre justo y un hombre de derecho".

La dimisión "llega tarde y llega mal", ha dicho el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en tanto que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha visto insuficiente "la cabeza de Moix", que es, en su opinión, una "pieza en el engranaje de la trama".

"Hay que echarles", ha resaltado en referencia a "ministros y fiscales 'offshore" que degradan la democracia y parasitan las instituciones", ha dicho.

También el secretario general de Ciudadanos, José Miguel Villegas, ha opinado que la renuncia llegaba "mal y tarde" y ha visto "preocupante" que Maza no apreciara motivos para cesarle.

Maza y Catalá deberían dimitir también, a juicio del parlamentario del PDeCAT Jordi Xuclá y de la diputada de Bildu Marian Beitialarrangoitia, mientras que el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha pedido una "comisión de la verdad" para destapar casos como el de Moix.

Ahora, Moix volverá al Tribunal Supremo, de donde salió cuando fue nombrado, y será la teniente fiscal Anticorrupción, Belén Suárez, la que asuma sus funciones de forma provisional hasta que Maza nombre a un sustituto.

Maza ha informado a los medios de que convocará la plaza y que, tras consultar al Consejo Fiscal, elegirá, "en el más breve tiempo posible" al relevo de Moix.

Junto a Moix aspiraron en su día al puesto de jefe Anticorrupción la propia Belén Suárez, Antonio Romeral, María Teresa Gálvez, Carlos Alba y Alejandro Luzón, y es previsible que lo hagan de nuevo.

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