Conmoción en el mundo del toro por la muerte de Palomo Linares

El torero ha fallecido a los 69 años, tras no superar una intervención a corazón abierto.

Palomo Linares, en la Misericordia en 2014.
Palomo Linares fallece a los 69 años

El mundo del toro ha mostrado su conmoción con multitud de mensajes por la repentina muerte de Sebastián Palomo Linares, que no pudo hacer frente a la operación a corazón abierto a la que fue recientemente sometido.

Especialmente emotiva han sido las declaraciones a Efe de José Luis Lozano, empresario, ganadero y apoderado de Palomo durante toda su carrera, y al que consideraba "como un hermano pequeño".

"Estoy demolido, no puedo casi ni hablar. Ha sido toda una vida juntos, desde que mató a su primera becerra siendo un niño hasta hoy. Hablábamos todos los días y tratábamos de juntarnos siempre que podíamos. No me creo todavía que jamás le volveré a ver. Qué desgracia tan grande", reconocía Lozano entre lágrimas.

El apoderado, que fue el encargado de confirmar la triste noticia a Efe, corroboró, asimismo, que la capilla ardiente de Linares se abrirá a partir de mañana a las 09:00 horas en el tanatorio La Paz de Alcobendas (Madrid); y a las 20:00 horas de este mismo día sus restos mortales serán incinerados tras la celebración de una misa.

Las cenizas, como también ha informado el apoderado, se esparcirán en la finca "El Palomar" (Seseña, Toledo), propiedad de Linares y su residencia habitual.

Igual de afectado se ha mostrado el matador de toros Jaime Ostos, padrino de la alternativa de Linares como matador de toros, al asegurar que la noticia "me caído como un jarro de agua fría".

"Venía por la carretera y me he tenido que parar en el arcén porque realmente me estaba empezando a marear del disgusto tan grande que me he llevado cuando me lo han dicho", ha desvelado Ostos a EFE.

"Es algo que todavía no me lo puedo creer. Era una persona fenomenal a la que tenía mucho afecto, del mismo modo que le admiraba como torero, sobre todo por esa raza, ese valor, esas ansias de crecer tan grandes que le hacían arrimarse como pocos para tratar de ser el mejor", añade el veterano espada sevillano.

"Coincidimos muchas tardes juntos y para mí fue un honor que me eligiera como padrino de alternativa, que era, precisamente, como siempre me llamaba cuando nos veíamos, padrino. Luego, una vez retirados los dos entablamos una amistad muy íntima. Le echaré mucho de menos", finalizaba Ostos.

El diestro portugués Victor Mendes, a quien Sebastián Palomo dio la alternativa en la plaza de Barcelona en 1981, dice encontrarse "muy triste por la desaparición de una gran figura del toreo que llegó a marcar una época. El hecho de que sea mi padrino taurino es algo que me llena de orgullo porque siempre le he tenido una gran admiración".

"Palomo Linares tenía un carácter y una personalidad impresionantes dentro y fuera de la plaza, y fue por eso por lo que consiguió marcar un hito en la historia de Las Ventas", añade el luso.

"Con todo, mucho más importante que el triunfo de aquella tarde es que el maestro Sebastián fue uno de los grandes de una época de oro, aquella en la que, forjados, a la antigua, los toreros se crecían ante la adversidad y no dejaban que nadie les hiciera sombra", finalizaba.

El ganadero Antonio Miura se enteró de la muerte de Palomo Linares en pleno campo, cuando atendió la llamada de EFE en plenas labores con el ganado.

El representante de la legendaria divisa evocó inmediatamente los triunfos del torero jiennense con los toros de su hierro en la Maestranza de Sevilla, donde además logró salir por la Puerta del Príncipe, o en Valencia, plaza donde les cortó hasta un rabo.

"Palomo era un tío de una pieza, un hombre que siempre decía las verdades del toreo, aunque a algunos no les gustara, porque él era así: un torero de raza y con una gran capacidad de superación que nunca se dejaba ganar la pelea por nadie. Imagino que habrá luchado igual contra la muerte", ha concluido Miura.

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