El secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, ha elogiado el proceso soberanista catalán y lo ha propuesto como modelo a seguir en el País Vasco, en una visita al Parlament muy criticada por el PP y Ciudadanos que se han reunido con representantes de víctimas del terrorismo.

En medio de una gran expectación mediática, Otegi ha llegado al Parlament sobre las 12.20, acompañado del exdiputado de la CUP David Fernández, y ha sido recibido por los diputados de la CUP Anna Gabriel, Eulàlia Reguant, Sergi Saladié y Mireia Vehí.

En el exterior de la Cámara catalana, una decena de personas han recibido al líder abertzale al grito de "asesino" y con una pancarta con la inscripción "fuera de aquí", en euskera y en catalán.

Primero, se ha reunido con diputados de Junts pel Sí (CDC y ERC), Catalunya Sí Que Es Pot y la CUP que forman parte de la Comisión de Acción Exterior de la cámara catalana, un encuentro al que ni Ciudadanos, ni el PPC, ni el PSC han querido acudir.

En el encuentro, a puerta cerrada, Otegi ha invitado a Podemos y a sus aliados catalanes dentro del grupo de Catalunya Sí que es Pot -ICV y EUiA- a sumarse al independentismo si constatan tras las elecciones del 26 de junio que la aritmética no permite una mayoría que haga posible un referéndum de autodeterminación.

En paralelo, Ciudadanos y el PPC, muy críticos con la visita de Otegi, se han reunido en el Parlament con la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, María del Mar Blanco, y el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, José Antonio Vargas.

Tras la reunión, tanto Blanco como Vargas han criticado que una institución democrática como es el Parlamento catalán dé "voz a los verdugos" y a un "terrorista", que sigue sin condenar los asesinatos cometidos por ETA.

La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, y el presidente del PPC en el Parlament, Xavier García Albiol, han reivindicado la "dignidad" de las víctimas del terrorismo ante la visita de Otegi.

Previamente, en la sesión de control al presidente de la Generalitat, García Albiol ha protagonizado un choque dialéctico con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a quien ha acusado de "indiferencia" ante la presencia de Otegi en el Parlament.

Puigdemont le ha reprochado su tono y lo ha retado a abrirse a hablar "de todo" si se cumple la condición de "ausencia de violencia" a la que aludió en su día, ha dicho, José María Aznar.

Posteriormente, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha recibido en su despacho a Otegi durante cerca de media hora, en un encuentro calificado de "cordial" por fuentes parlamentarias.

Ha sido el encuentro de mayor nivel institucional mantenido por Otegi, al margen del breve saludo con el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, con quien se ha encontrado casualmente por los pasillos del Parlament.

No ha sido recibido, en cambio, por Puigdemont, una cita que según ha aclarado luego Otegi no había sido solicitado para no poner en mayores "problemas" al presidente catalán.

A la salida, en rueda de prensa rodeado de algunos compañeros de coalición como Pernando Barrena o Peio Urizar, así como por Lluís Llach (Junts pel Sí) y Anna Gabriel (CUP), Otegi ha afirmado que el proceso independentista de Cataluña es "imparable", con una "dosis importante de irreversibilidad" y una "salud bastante envidiable", y ha propuesto importar un plan "similar" en el País Vasco.

Otegi ha reconocido sentir una "sana envidia" del proceso catalán, del que las fuerzas soberanistas vascas tienen "mucho que aprender", ha subrayado.

"Esperemos que en un breve plazo o en un plazo razonable Euskadi también viva un proceso similar" al catalán, ha manifestado.

Además, ha denunciado que desde algunas instancias estatales se le demoniza más ahora que cuando había "violencia armada" por parte de ETA y ha considerado "chocante" que "algunos no se sientan cómodos" en el actual escenario político sin atentados.