Con un niño en brazos y en evidente estado de embriaguez, un domador junto a su oso recorría las calles de la localidad valenciana de Cárcer durante las fiestas de Moros y Cristianos.

Oso y domador fueron contratados por una de las comparsas. Pero en medio del pasacalles, la climatología obligó a suspender el espectáculo.

El domador, sin embargo, decidió continuar la fiesta en un bar y dejó al oso atado a una farola en medio de una fuerte tormenta de granizo.

La asociación animalista Faada ha denunciado que el adiestrador, en estado de embriaguez, maltrató al oso a la salida del bar.

Desde la comparsa han lamentado lo sucedido y han asegurado que el espectáculo que se vio no era lo que ellos habían contratado.