El Rey y Mohamed VI afianzan la cooperación

Don Felipe ha afirmado tras una larga reunión que las relaciones bilaterales son excelentes.

El Rey y Mohamed VI afianzan la cooperación
El Rey y Mohamed VI afianzan la cooperación
Reuters

La visita de dos días del Rey Felipe VI a Marruecos sirvió para afianzar aún más si cabe la amistad y cooperación entre España y Marruecos como socios estratégicos en asuntos tan vitales para la seguridad de toda Europa como la inmigración irregular, el terrorismo o el crimen organizado.


Don Felipe y doña Letizia llegaron a Rabat en un momento delicado para el país, en alerta máxima por la "seria" amenaza de grupos yihadistas marroquíes entrenados en Siria e Irak.


La presencia policial en las calles de Rabat fue especialmente intensa durante las dos jornadas en las que los Reyes de España visitaron la capital marroquí, en el marco de su gira de presentación tras la proclamación de Felipe VI, el pasado 19 de junio.


Tras la cena de gala ayer en el Palacio Real de Rabat, en la que se celebró un "ftar" o ruptura del ayuno del Ramadán, Felipe VI se reunió hoy con el presidente del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirán, con el que intercambió impresiones sobre los problemas que afectan a ambos lados del Estrecho.


En una larga reunión de más de 40 minutos, don Felipe afirmó que las relaciones bilaterales son excelentes, aunque reconoció que siempre se pueden mejorar.


Benkirán, islamista moderado, dijo a la salida que comparte con el Rey de España su preocupación y su punto de vista sobre muchos aspectos, y también sobre la actual situación en Palestina, un asunto de gran sensibilidad para el pueblo marroquí.


Durante la entrevista, celebrada en el Palacio de Huéspedes, en el barrio rabatí de Souissi, también estuvo presente el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, que destacó que España y Marruecos están viviendo posiblemente las mejores relaciones bilaterales de la historia de la democracia.


García-Margallo y Benkirán se felicitaron de la fructífera cooperación entre los dos países, que se pone de manifiesto con la reciente firma del acuerdo de pesca o la creciente penetración comercial española en el país magrebí.


Para el jefe de la diplomacia española, Marruecos es una pieza fundamental en la estabilidad política de la ribera sur del Mediterráneo, de ahí que considere imprescindible que el reino alauí siga adelante con las reformas políticas, el desarrollo económico y la lucha contra la pobreza, "caldo de cultivo" de los radicalismos.


La delegación española agradeció también el esfuerzo desplegado por el Gobierno marroquí para combatir la inmigración clandestina que presiona fuertemente sobre Ceuta y Melilla.

Según reveló el propio Margallo, la valla fronteriza que está construyendo Marruecos en su propio territorio avanza "según los plazos previstos", aunque no dio más detalles.


El ministro aplaudió a Benkirán, en nombre de Felipe VI y de todos los españoles, por el "regalo" que supone la rúbrica del acuerdo pesquero por parte del rey Mohamed VI, que permitirá faenar en aguas marroquíes a unos noventa pesqueros españoles, en su mayoría de la provincia de Cádiz.


Por último, se felicitó también por los "avances" en la tramitación de las kafalas (adopciones islámicas) para familias españolas, que hace un año eran sesenta y ahora solo quedan once pendientes en el tribunal de casación.


Más allá de las reuniones institucionales, los Reyes de España, aprovecharon la segunda y última jornada de su viaje a visitar, como es tradición, el Mausoleo del Rey Mohamed V en Rabat, en el que también está enterrado su sucesor, el rey Hasán II, padre del actual monarca alauí.


Ante la tumba de Mohamed V y descalzos como establecen los preceptos islámicos, don Felipe y doña Letizia depositaron una corona de flores y admiraron la belleza del conjunto arquitectónico en mármol, situado en unas de las partes más altas de la ciudad.


La Reina Letizia, con blusa blanca y pantalón vaporoso del mismo tono, se cubría la cabeza un pañuelo en señal de respeto, al igual que el resto de mujeres que entraron en el recinto funerario.

Ya por la tarde, y antes de partir en avión hacia Madrid, los Reyes separaron sus agendas.


Felipe VI, acompañado por Mohamed VI, inauguró un centro de formación en turismo y hostelería en la localidad de Temara, al sur de Rabat.


El centro está impulsado por la Fundación Mohamed V de Solidaridad, que comenzó ayudando a mujeres y niños y ha enfocado ahora su labor en la formación de los jóvenes, como una forma de acabar con la pobreza, endémica en amplias zonas del país.


Por su parte, la Reina Letizia y la princesa Lala Salma visitaron un centro de prevención y tratamiento del cáncer, especialmente en mujeres, auspiciado por la fundación que lleva el nombre de la princesa marroquí.


Al igual que ocurrió a su llegada a Rabat, los Reyes de Marruecos acompañaron a los Reyes de España hasta el aeropuerto y, a pie de escalerilla, se despidieron de ellos con gestos de gran afecto y complicidad mutua.


Una amistad, casi familiar entre ambas casas reales, que se fraguó durante los reinados de Juan Carlos I y Hasán II y que ahora han comenzado a cultivar sus herederos.