SAHARA OCCIDENTAL

La defensa aragonesa de los saharauis

La muerte de un saharaui de 14 años por un disparo del Ejército marroquí y su entierro a escondidas para evitar movilizaciones provocaron la denuncia judicial. Un observador internacional y un miembro de la asociación Um Draiga, ambos aragoneses, critican la política marroquí.

Luis Mangrané y Rafael Antorrena, defensores de los saharauis.
La defensa aragonesa de los saharauis
O.DUCH

¿Quién dice que las balas que mataron el domingo pasado a Nayem Elghari, de 14 años, e hirieron a otros cinco saharauis procedían de la venta de armas de España a Marruecos? Este argumento sirvió ya al Observatorio Aragonés para el Sahara Occidental, entre otras asociaciones, para denunciar el comercio de armas entre los dos países. El vicepresidente del Observatorio Aragonés, el abogado Luis Mangrané, se hace esa pregunta, aunque el Ministerio de Comercio contestó que las armas vendidas en 2009 por 29,5 millones de euros no se utilizan en el conflicto. "El caso está recurrido en la Audiencia Nacional. Bastaría que recibiera el informe del alto comisionado de la ONU en 2006, donde se denunció que Marruecos viola los derechos humanos en el Sahara Occidental", señala el abogado zaragozano.


La muerte del adolescente saharaui resucitó esta semana una herida que supura todavía de la descolonización de España del Sáhara y la entrega a Marruecos. El Observatorio y otras asociaciones aragonesas como Um Draiga, a la que pertenece Rafael Antorrena, ejercen una defensa de un pueblo que olvidó el Gobierno español y la Unión Europea. La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, lamentó la muerte e hizo un llamamiento a la negociación. La comisaria europea Catherine Ashton dijo que en el Sahara lleva la batuta el Consejo de Seguridad de la ONU.


Investigación sin autopsia


"La familia del niño ha puesto una denuncia ante el tribunal de apelación en El Aaiún. El chico fue enterrado en secreto sin que lo sepan sus padres ni realizaran una autopsia preceptiva. El entierro clandestino tenía el efecto de ocultar pruebas del crimen y evitar una manifestación popular colectiva. Es evidente que los marroquíes no van a investigar este hecho porque lo mató el Ejército. ¿Quién lo investigará entonces?", denuncia el letrado aragonés, que visita "el Sahara ocupado" y Marruecos como observador. Otros tres heridos fueron llevados a un hospital militar de El Aaiún, pero sus familias no pueden verlos.


Luis Mangrané y Rafael Antorrena, los "defensores" aragoneses, critican que la muerte del chaval se produjo cuando intentaban entrar en una concentración de saharauis en el desierto. "Era el autoexilio dentro de una zona ocupada", definen ambos el lugar donde se denunciaba que Marruecos y sus colonos son los únicos beneficiados de los recursos naturales de fosfatos y pesca.


"El Parlamento europeo tiene que renovar el acuerdo pesquero y ha dicho que no se firmará si no participan los saharauis entre los beneficiados", explican el letrado y el activista humanitario.


Juicio saboteado por letrados


Por encargo del Consejo General de la Abogacía, Luis Mangrané acudió hace dos semanas como observador internacional a un juicio a siete saharauis en un tribunal de Casablanca. Presenció el sabotaje de la vista por 30 letrados marroquíes junto a dos jueces italiano y sueco, y una veintena de abogados franceses, italianos y españoles. La acusación era menoscabar la seguridad por visitar los campos de refugiados, pero Amnistía Internacional los califica como presos de conciencia.


"Los magistrados lo permitieron y salieron corriendo. El tribunal no garantizó el juicio justo de los acusados porque tres de ellos están en prisión. Los observadores fuimos insultados comparando a los saharauis con terroristas y el Sahara con el País Vasco", señala. Acudió al juicio la pacifista saharaui Aminetu Haidar, que dio la vuelta al mundo con la huelga de hambre en Lanzarote. "Era la primera vez que salía de El Aaiún hacia Marruecos. Fue insultada y agredida", explica el abogado.


Volverá el viernes para ver cómo se reanuda el juicio en el Tribunal de Casablanca. Su informe inicial al Consejo denuncia el proceso y puede provocar una queja ante el Gobierno marroquí.


Si Mangrané actúa en el estrado, Antorrena está en los campos de refugiados y ya ha conocido en sus carnes las agresiones orquestadas de los marroquíes. Además de una parte humanitaria como traer a los niños refugiados a Zaragoza para pasar aquí sus vacaciones, Um Draiga se dedica a acompañar a los activistas saharauis para garantizar su seguridad. En ese papel de escudos, Rafael Antorrena recibió en Casablanca la Delegación de Activistas Saharauis tras su visita a los campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia).


"No nos dejaron acompañarlos en avión hacia el Sahara, hicimos el viaje en autobús. Cuando nos encontramos y nos desplazamos a Smara con ellos se montó una manifestación de cientos de colonos marroquíes alrededor y nos agredieron. La Policía marroquí facilitó las provocaciones y los golpes al detenerlos y pedirnos los pasaportes", relata el activista de Um Draiga.


Represión y manifestación


Los "defensores" aragoneses denuncian que Marruecos no puede negar la evidente represión que ejerce sobre los saharauis y ahora quiere trasladarla a la población marroquí montando esas manifestaciones agresivas.


Cada mes de noviembre se celebra otra manifestación en España de las asociaciones que defienden los derechos de los ciudadanos saharauis. Se hace coincidir con la fecha en que se firmó el acuerdo tripartito del abandono del Sahara y este año es el día 14.


Los "defensores" aragoneses del Sahara recuerdan que la misión de la ONU solo está allí para controlar el alto el fuego y la muerte del chaval lo ha roto. "Un informe del secretario general jurídico de la ONU sostiene que España no dio la soberanía y sigue siendo la potencia administradora del Sahara", concluyen.