Voluntarios de 30 países desafían a Israel con una expedición para llevar comida a Gaza

Un carguero, un buque de pasajeros y un ferry componen la flotilla que llevará los víveres a la Franja, cerca de 5.500 toneladas de ayuda humanitaria.

Miembros de la delegación catalana que se suma a la Flotilla de la Libertad a Gaza en el Aeropuerto del Prat, a 18 de abril de 2024, en El Prat, Barcelona, Catalunya (España). Entre las participantes en la acción hay una veintena de personas del Estado español, entre ellas la ex alcaldesa de Barcelona. La expedición partirá “en breve” desde Estambul (Turquía) y estará compuesta por un carguero con 350 contenedores y 5.500 toneladas de ayuda humanitaria a bordo, junto a tres barcos con “cientos de internacionalistas”, entre ellos observadores de derechos humanos, personal médico, representantes políticos y profesionales de los medios de comunicación...18 ABRIL 2024;BARCELONA;CATALUNYA;DELEGACION CATALANA;FLOTILLA DE LA LIBERTAD A GAZA..David Zorrakino / Europa Press..18/04/2024 [[[EP]]]
Miembros de la delegación catalana que se suma a la Flotilla de la Libertad a Gaza en el Aeropuerto del Prat, 
David Zorrakino

Una nueva 'Flotilla de la Libertad' se prepara en Estambul para salir rumbo a Gaza con 5.500 toneladas de ayuda humanitaria. Medio millar de voluntarios llegados de más de treinta países se han reunido a orillas del Bósforo para prepararse frente a un viaje arriesgado en el que saben que Israel les impedirá llegar hasta la costa palestina. Este riesgo fue mortal en 2010, cuando un asalto del ejército al barco Mavi Mármara dejó diez activistas muertos y sesenta heridos.

En aquella ocasión, cientos de voluntarios trataron de romper el bloqueo impuesto por Tel Aviv a la Franja para introducir 10.000 toneladas de víveres. Antes de acercarse a la costa, la Armada israelí abordó el convoy. El ejército argumentó posteriormente que sus soldados habían sido atacados nada más pisar los barcos. Las ONG, en cambio, señalaron que los comandos abrieron fuego sin más en el abordaje. El enfrentamiento derivó en un conflicto diplomático con varios de los países de procedencia de los voluntarios, que acusaron de "terrorismo" a Tel Aviv. Al día siguiente, Egipto ordenó abrir el paso de Rafah desoyendo el bloqueo.

La flotilla de 2024 la componen tres barcos, un carguero, un buque de pasajeros y el ferry Akdeniz. Este último se encuentra estos días en el muelle de Tuzla, en la parte asiática de Estambul, y será el que lleve a los activistas que primero tratarán de superar el bloqueo. Entre los pasajeros figuran veteranos de aquella experiencia de 2010 como Huwaida Arraf, abogada palestino-estadounidense cofundadora de International Solidarity Movement (ISM), quien recuerda que "aquello fue horrible. Sin embargo, debemos intentarlo de nuevo, ir a Gaza y entregar nuestra ayuda para demostrar a Israel que ellos no pueden ser quienes impongan el criterio de la ayuda que puede o no puede entrar. Nos han atacado en el pasado y estamos preparados para todos los escenarios".

Fellipe Lopes es el portavoz de la Freedom Flotilla Coalition, el nombre de la expedición, y asegura que "entendemos que es peligroso, pero también es posible y necesitamos el apoyo de todo el mundo para llegar. Llevamos médicos, enfermeros, periodistas, abogados. Gente de muy diferentes ramas que vienen con el único objetivo de trasladar la ayuda". Lopes está al frente de las visitas guiadas a los medios por el barco atracado en Tuzla. Será la embarcación en la que viaje la prensa internacional. Algunos activistas esperan que la diplomacia internacional facilite su salida y no descartan que Tel Aviv ceda finalmente el paso para evitar la presión global.

La última fecha que manejan para zarpar es el miércoles. Los técnicos dan los últimos retoques al Akdeniz y grupos de voluntarios turcos cargan la ayuda. Esta expedición cuenta con el apoyo clave de la ONG turca de ayuda al desarrollo IHH, organización islamista vinculada al Gobierno que cuenta con amplia experiencia en zonas de conflicto y postconflicto y en casos de desastres naturales. Sus voluntarios forman el grueso de una misión en la que también hay una importante presencia europea y estadounidense.

El cuartel general es el hotel Tugra, muy cerca de la sede de IHH, donde cada día se imparten cursos de resistencia pacífica para enseñar a los participantes a reaccionar en caso de abordaje israelí. "Este viaje da mucho respeto porque Israel no tiene problemas para acabar con todo lo que se le ponga por delante. En nuestros países hacemos manifestaciones, pero pienso que esto es un paso más. No me quiero acostumbrar a ver doscientos muertos cada día", explica Pili Revilla. Es de Vitoria y a sus 65 años vivirá su primera experiencia a bordo de una flotilla humanitaria.

A Pili le acompañan Agustín Gorbea, de 71 años y también de Vitoria, y Mikel Zuluaga, alias Mikelon, bilbaíno de 66 años, miembros de la amplia delegación llegada de España. Para Gorbea, "la prioridad es romper el bloqueo, llevar esta ayuda y, aunque posiblemente no nos permitan llegar, que conste la denuncia y que sepan que somos muchos quienes no estamos de acuerdo con este genocidio. Gaza es una cárcel al aire libre y no podemos permitir que la comunidad internacional deje a Israel hacer lo que está haciendo".

La Franja espera

Mikelon escucha con atención a sus compañeros. Tiene experiencia en flotillas anteriores y sueña con "romper el bloqueo. No tenemos miedo, aunque somos conscientes de a quienes nos enfrentamos. Tienen el gatillo fácil. Los ejercicios de resistencia pacífica son para que no tengan la mínima excusa para atacarnos".

La cafetería de este hotel del distrito de Fatih, muy cerca del turístico Sultanahmet, es una torre de Babel y se escuchan saludos en todos los idiomas. Muchos se conocen de experiencias anteriores y se funden en abrazos. Otros llegan por primera vez y sienten los nervios y la ansiedad previa a embarcarse.

Para que esta misión logre su objetivo deberá superar al ejército de Israel, que se prepara para la llegada de los barcos. También necesitará obtener el permiso de salida por parte de Turquía, que de momento no ha llegado. El Canal 12 de la televisión judía ha sembrado dudas y, citando fuentes de seguridad israelíes, ha difundido la tesis de que, "después de varios retrasos, podría posponerse de manera indefinida". Las ONG consideran poco probable que Ankara "decida colaborar con el asedio ilegal a Gaza".

En la Franja esperan cualquier ayuda. El número de palestinos fallecidos superó ayer los 34.050, sobre todo mujeres y niños, mientras la desnutrición se ha convertido en una cruel realidad en la mitad norte del territorio, donde además faltan el agua y todo tipo de soportes sanitarios. La ONU ha afirmado esta semana que son necesarios 2.600 millones de dólares en comida y materiales para paliar la catástrofe. Los médicos advierten además que la curva de víctimas mortales puede crecer rápidamente, dado que los 76.000 heridos que ha generado ya la guerra sobreviven en precario, apenas sin medicamentos ni alimentos. El jueves solo entraron 266 camiones de ayuda en Gaza.

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