La Universidad de Columbia de Nueva York, en el banquillo por antisemitismo

El centro ha albergado numerosas protestas por la guerra contra Palestina.

La presidenta de la Universidad de Columbia, Nemat Shafik
La presidenta de la Universidad de Columbia, Nemat Shafik
Ken Cedeno

En diciembre pasado un viaje previamente agendado impidió a la presidenta de la Universidad de Columbia, Nemat Shafik, aceptar una "invitación" del Comité de Educación de la Cámara baja sobre antisemitismo. Resultó ser una bendición. Sus colegas de Harvard y de Pensilvania sufrieron un agresivo interrogatorio para el que no estaban preparadas y acabaron destituidas por sus centros. Los legisladores no iban a dejar que la Universidad de Columbia, que ha albergado numerosas protestas por la guerra contra Palestina, se escapara de la quema, pero la presidenta de Columbia ha dispuesto de la ventaja del tiempo y de la experiencia de sus colegas.

Este miércoles comenzó sus declaraciones ante el comité comparando el horror del 7 de octubre con el 11-S y reconociendo que su institución no estaba preparada para esta nueva realidad. Era de recibo condenar el antisemitismo en todas sus facetas, incluyendo el polémico grito de "Del río al mar, Palestina será libre y si no, ¡larga vida a la intifada!", que se corea en las manifestaciones estudiantiles. Lo que los congresistas querían saber es cómo se castigará.

"Se lo prometo, los estudiantes están cogiendo el mensaje de que quien viole nuestras políticas sufrirá las consecuencias", aseguró. El pasado día 5, la universidad suspendió a seis estudiantes a los que expulsó del colegio mayor en el que vivían con solo 24 horas de aviso por haber participado el 24 de marzo en un panel llamado 'Resitance 101', que no había sido autorizado por la institución. En él hablaban miembros de la Red de Prisioneros Palestinos, según el centro en defensa de Hamás.

La normativa de Columbia requiere, desde el 19 de febrero, dos días de antelación para solicitar permisos de manifestaciones, que solo se pueden realizar en áreas designadas del campus. En noviembre suspendió a dos grupos estudiantiles propalestinos, Estudiantes por la Justicia en Palestina y Voces Judías en Favor de la Paz, por haber organizado un parón de protesta sin autorizar. Y desde las tensas manifestaciones del 12 de octubre, la dirección cierra el campus cuando hay manifestaciones agendadas.

Con todo, no pudo decir a los legisladores cuál será la suerte del profesor Joseph Massad, autor de la intifada electrónica, que al día siguiente de los atentados del 7 de octubre publicó un artículo describiendo el entusiasmo que había desatado entre palestinos y árabes las imágenes de "la resistencia palestina" asaltando los puestos de seguridad israelíes que rodeaban Gaza.

"Queremos que Columbia tenga una amplia diversidad de puntos de vista", dijo la presidenta, que también ha instituido un departamento para investigar acusaciones de antisemitismo y trabaja con los legisladores para implementar cambios en el centro. "No es responsabilidad del pueblo judío erradicarlo, sino de todos nosotros", afirmó. El representante republicano de Florida Aaron Bean asintió complacido. "Está diciendo las cosas correctas", la felicitó.

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