Israel y Hamás negocian una tregua de dos meses centrada en salvar a los rehenes

Aunque todavía están lejos de un acuerdo, los enviados, entre ellos de Estados Unidos, Catar y Egipto, ven «constructiva» su reunión en París.

Protesta en Jerusalén para exigir al Gobierno de Israel que negocie el retorno de los rehenes de Hamás.
Protesta en Jerusalén para exigir al Gobierno de Israel que negocie el retorno de los rehenes de Hamás.
RONEN ZVULUN

La diplomacia trabaja para que Hamás e Israel lleguen a un nuevo acuerdo de tregua que abra la puerta a un intercambio de cautivos por presos. Enviados de Estados Unidos, Israel, Egipto y Catar se reunieron este fin de semana en París en una cumbre que resultó "constructiva", según un comunicado de la oficina de Benjamín Netanyahu, pero tras la que quedan "importantes temas que las partes deben discutir esta semana en reuniones adicionales". 

El borrador sobre la mesa, según adelantó The New York Times, recoge un alto el fuego de dos meses en los que se producirán los intercambios de manera progresiva: primero civiles y después soldados y cuerpos de los fallecidos. A cambio, Israel permitirá la entrada de más ayuda humanitaria y liberará a un número sin concretar de prisioneros, entre ellos mujeres y menores.

En la semana en la que se ha conocido el fallo de la Corte de Justicia Internacional en la acusación a Israel por genocidio, el ejército intensifica las operaciones en el campo de batalla y Khan Younis, el gran bastión de Hamás, es el escenario de algunos de los combates más duros desde que estalló la guerra. La inteligencia militar considera que los cautivos podrían encontrarse en los túneles de esta ciudad del sur de la Franja y "esa es la prioridad para cada soldado que está en Gaza; encontrarlos y traerlos de vuelta con vida a casa", aseguró este domingo Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, en una entrevista con este periódico.

A pesar que desde el final de la tregua de noviembre, que sirvió para liberar a más de cien cautivos, no ha salido ningún rehén con vida, Haiat estima que "la estrategia de aplicar la máxima fuerza es la única que funciona con Hamás. Si antes accedieron a un intercambio fue por la fuerza que empleamos y ahora ocurrirá igual. A ellos no les afecta la presión internacional, ni la situación de los civiles. La única manera es presionarles hasta el punto que se den cuenta de que si no liberan a los rehenes la existencia del grupo está en peligro".

Quien sí tiene cada día más presión es el primer ministro, Benjamín Netanyahu, a quien muchas de las familias de los cautivos critican con dureza por anteponer la guerra a la liberación de sus seres queridos. Las protestas se suceden cada semana en Jerusalén y Tel Aviv y en ellas se pide al Gobierno que negocie un nuevo intercambio porque el tiempo se agota. Haiat afirmó este domingo que, "como Estado, estamos tratando de llegar a otro acuerdo, hacemos todo lo posible con los actores regionales y nuestros aliados, especialmente Estados Unidos y vamos a seguir con esta vía para que esto ocurra muy pronto".

Las palabras del portavoz de Exteriores, desbordado por la cantidad de frentes que se han abierto desde el 7 de octubre, se confirmaron en el encuentro de París, en el que estuvo presente el director de la CIA, William Burns. La diplomacia no deja de trabajar, pero su velocidad es mucho más lenta que una guerra que ya ha costado la vida a más de 25.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños, y ha provocado una crisis humanitaria extrema en la frontera con Egipto.

Tres niveles de negociación

Estados Unidos se ha convertido en el gran impulsor de un acuerdo tendente a una solución en Gaza que empiece por el alto el fuego y se estire más allá del día después de la guerra. Hasta ahora, el presidente Joe Biden no ha tenido éxito con sus propuestas, pero confía en Burns y Brett McGurk, enviado de la Casa Blanca a Oriente Medio, para lograr un cambio en una situación que se complica más cada día que pasa y en la que se abren nuevos frentes. A los frecuentes ataques sufridos en Irak a manos de milicias proiraníes, los estadounidenses sumaron ayer una nueva agresión en la frontera entre Siria y Jordania y al menos tres militares perdieron la vida.

Según la información a la que tuvo acceso The New York Times, la negociación que lidera Washington para acabar con la guerra en Gaza tiene tres niveles paralelos y cada uno de ellos ofrece grandes incógnitas. El primero de los puntos es el alto el fuego para poner fin a la crisis de los rehenes, aunque Hamás insiste en que sólo les pondrá en libertad a cambio del final de las operaciones militares de Israel, no una simple pausa. El segundo nivel de negociación afecta al día después a la guerra y la posible expansión del poder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a la Franja, algo complicado debido a la debilidad del presidente Mahmoud Abbás.

La tercera pata es la de la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí, un pacto para el que Riad pone como condición el establecimiento de un Estado palestino, tal y como defiende también la solución que promueven EE UU, la Unión Europea y la ONU. Los israelíes no lo ven con buenos ojos porque consideran que reconocer tal estatus como consecuencia del ataque sufrido el 7 de octubre sería toda una victoria para Hamás.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión