Lituania y Letonia expresan preocupación ante posibles "provocaciones" del Grupo Wagner
El presidente letón también manifestó que la Guardia de Fronteras del Estado debe vigilar de cerca la situación y estar lista para reaccionar.
Los presidentes de Lituania y de Letonia, Gitanas Nauseda y Edgars Rinkevics, respectivamente, manifestaron hoy su preocupación ante la amenaza que podría partir de posibles "provocaciones" por parte de los efectivos de la compañía de mercenarios rusos Wagner desplazados a Bielorrusia.
Nauseda afirmó que no hay indicaciones de que el grupo se disponga a causar de forma inmediata un incidente, pero según declaraciones recogidas por la cadena pública lituana, no descarta que puedan producirse provocaciones contra su país o contra Letonia o Polonia, los otros estados europeos fronterizos con Bielorrusia.
"Es una tentación demasiado grande, estando aquí, cerca de nuestra frontera, no usar su presencia para diversas provocaciones", afirmó en un encuentro con periodistas en la localidad de Medininkai (sureste), próxima al límite con Bielorrusia.
"Es por eso que creo que la amenaza es seria", agregó Nauseda, aunque aseguró que el ejército lituano está preparado para acudir en ayuda de la guardia fronteriza en caso de producirse algún incidente.
Por su parte, el presidente letón también manifestó hoy que la Guardia de Fronteras del Estado debe vigilar de cerca la situación y estar lista para reaccionar ante posibles provocaciones de Wagner, según dijo en una visita a la sede de la institución en Riga.
Ya este sábado el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, había afirmado que un centenar de mercenarios de Wagner se ha desplazado hacia las inmediaciones del Corredor de Suwalki, una estrecha franja estratégicamente clave en la frontera entre Polonia y Lituania que separa a su vez a Bielorrusia del enclave ruso de Kalinigrado.
Morawiecki dijo entonces que los mercenarios rusos podrían llevar a cabo diversas maniobras para desestabilizar Polonia, como ayudar a los guardias de fronteras bielorrusos a "empujar" a migrantes de Oriente Medio a atravesar la frontera o incluso infiltrarse entre ellos.
Desde 2020 el régimen de Minsk está atrayendo a migrantes que desean entrar en la Unión Europea (UE) con la promesa de un viaje fácil e incluso transportándolos a la frontera, lo que según los estados aledaños constituye un acto de "guerra híbrida".
