Macron defiende como "necesaria" la reforma de las pensiones que ha provocado "ira" en los ciudadanos franceses

El presidente francés insiste el retraso de la edad de jubilación sirve para "garantizar" el retiro de "y para producir más riquezas" para el país.

Comparecencia pública de Macron este lunes
Comparecencia pública de Macron este lunes
SARAH MEYSSONNIER

El presidente francés, Emmanuel Macron, trató este lunes de pasar la página de la impopular reforma de las pensiones con un discurso a la nación en hora de máxima audiencia. El mandatario se marcó un plazo de cien días para calmar los ánimos en el país y relanzar su presidencia, tras tres meses de crisis política y social. En su intervención reconoció que el proyecto no ha sido aceptado por la mayoría de sus compatriotas, lo que lamentó. Pero insistió en que era necesario "para garantizar la jubilación de todos y para producir más riquezas" para Francia.

Macron aseguró que ha escuchado "la ira" de los franceses. "Nadie, y yo menos que nadie, puede permanecer sordo a esta reivindicación de justicia social y de renovación de nuestra vida democrática", dijo en un discurso previamente grabado. Los sindicatos y la izquierda le acusan de no atender a las protestas. Aunque no hizo grandes anuncios, el presidente trató de fijar las grandes orientaciones de su Gobierno para los próximos meses y, en ese sentido, anunció que el trabajo, la justicia y el orden republicano y el progreso para vivir mejor serán sus prioridades.

"Nos hacen falta menos leyes, menos burocracia, más libertad de acción, de experimentación, de poder, de iniciativa a escala de nuestras vidas", dijo el mandatario, quien anunció, entre otras cosas, "un nuevo pacto de la vida en el trabajo". A pesar de la crisis política y social que vive el país, Macron no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados. "Tenemos delante de nosotros cien días de apaciguamiento, de unidad, de ambición y de acción al servicio de Francia", dijo el presidente, que dio cita a los galos para el próximo 14 de julio, día de la fiesta nacional, para hacer "un primer balance".

Como se esperaba, no hubo referencia alguna a un relevo de Élisabeth Borne como primera ministra. En Francia, los dirigentes suelen cambiar a quien ocupa este puesto cuando hay una crisis política. Pero a Macron no le gusta actuar bajo presión. Borne lleva en el cargo desde mayo de 2022.

Críticas de la oposición

La oposición cargó contra el discurso de Macron. "Completamente fuera de la realidad, asume el robo de dos años de libertad", denunció el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.

La ultraderechista Marine Le Pen consideró que, al no anunciar la retirada de la reforma de las pensiones, Macron «ha elegido de nuevo dar la espalda (a los franceses) e ignorar sus sufrimientos».

"Tanto para eso (.) Aquellos que han boicoteado (el discurso de Macron) tenían razón: no se ha perdido nada", opinó la secretaria nacional del partido de Europa Ecología Los Verdes (EELV).

A las ocho de la tarde, hora a la que las principales cadenas de televisión retransmitían el discurso de Macron, sonaron las cacerolas en toda Francia en protesta por la promulgación de la ley de la reforma de las pensiones. La organización Attac France había invitado a los franceses a hacer "un concierto de cacerolas" delante de los ayuntamientos y en las calles.

La prefectura de Policía de Bocas del Ródano prohibió las caceroladas delante del Ayuntamiento de Marsella "debido al riesgo probado de altercados del orden público". En Dijon, también se impuso una prohibición similar.

Los sindicatos, adelante

Tras el discurso del presidente, la intersindical lamentó que Macron no haya comprendido la ira de los franceses y que se obstine en mantener su impopular reforma. Los sindicatos no dan su brazo a torcer y preparan "una movilización masiva" contra la reforma de las pensiones el próximo 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo.

De aquí a entonces, preparan varias acciones puntuales en distintos sectores. Por ejemplo, los sindicatos de los trabajadores de la SNCF han prometido una jornada de "ira ferroviaria".

Tres meses después de que comenzaran las protestas contra la reforma de las pensiones, la ley sigue siendo muy impopular. Siete de cada diez franceses (69 %) se opone a la reforma, según un sondeo del Instituto Elabe para la cadena de televisión BFMTV publicado este lunes. El 63% cree que el combate en las calles debe continuar, mientras que el 37% opina que ya es hora de pasar página.

Macron había invitado este martes a la intersindical al Palacio del Elíseo, pero los líderes sindicales rechazaron la invitación. El presidente finalmente se reunirá este mismo martes con las organizaciones patronales.

Macron promulgó el sábado la reforma de las pensiones, horas después de que el Consejo Constitucional avalara lo esencial del texto que fija la edad mínima de jubilación en Francia en 64 años, dos más que hasta ahora. Previamente, el texto había sido aprobado en el Parlamento, sin el voto de la Asamblea Nacional, la cámara baja.

El próximo 3 de mayo el Consejo Constitucional se pronunciará sobre un segundo proyecto de referéndum de iniciativa compartida (RIP, por sus siglas en francés). Senadores de izquierda quieren obligar al gobierno francés a realizar una consulta popular sobre la reforma de las pensiones. Esta institución ya rechazó el pasado viernes un primer proyecto de RIP presentado por diputados de izquierda, que pretendían fijar la edad máxima de jubilación en 62 años.

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