Rusia y EE. UU. cruzan estocadas en público, pero acuerdan negociar sobre Alepo

EE. UU. y Rusia intercambiaron hoy estocadas dialécticas en el consejo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), sobre todo en torno a Ucrania, pero sentaron en privado las bases para seguir negociando en torno a Siria.

Según explicó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, él y su homólogo estadounidense, John Kerry, han acordado reanudar las consultas para permitir la salida de todos los combatientes del este de la ciudad de Alepo, escenario de intensos combates y bombardeos durante semanas y que está cada vez más cerca de caer en manos del régimen sirio.

Lavrov se mostró cauto con respecto a las posibilidades de prosperar de esta enésima iniciativa para atajar la tragedia de Alepo y anunció que el ejército sirio ha detenido sus acciones militares en la ciudad para permitir la salida de civiles.

Además, advirtió de que los rebeldes que no abandonen la ciudad en esta ventana de oportunidad serán tratados como terroristas.

Este pequeño avance, que debería empezar a concretarse el sábado en una reunión de militares y diplomáticos en Ginebra, es el fruto de una intensa agenda de encuentros de ambos titulares de Exteriores, entre ellas dos bilaterales entre ambos, pese al cruce de reproches registrado en las sesiones abiertas de la OSCE.

En su intervención pública, Kerry defendió la necesidad de defender la democracia y los derechos humanos, "principios atemporales" que "deben ser defendidos constantemente" y advirtió del "peligro del populismo autoritario".

Lavrov, por su parte, exigió "respeto" para su país y un trato igualitario, además del fin de los "dobles estándares" y la "coerción", para restablecer la "confianza" y asegurar la paz en el continente.

El ministro ruso tachó de "mito" las consideraciones en torno a "la amenaza rusa" y sugirió a Occidente acabar con la "retórica beligerante" y no lanzar "alegaciones y requerimientos" antes de sentarse a dialogar.

El ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis, que se reunió el martes con Kerry y hoy con Lavrov, mostró en Hamburgo un cauto optimismo ante la posibilidad de que llegue a alcanzarse una tregua y abogó por centrarse ahora en negociar para avanzar hacia un "acuerdo político" al ser preguntado sobre la opción de imponer sanciones a Moscú por su participación en la guerra siria.

"Hay que ser optimistas. Queremos que haya un acuerdo", señaló, para subrayar que el "empeño principal" de España es atajar el "drama humanitario" y lograr una evacuación que implique al mayor número posible de personas.

Sobre el conflicto en Ucrania, sin embargo, no se ha percibido durante el encuentro de la OSCE ningún avance.

El ministro de Exteriores alemán y presidente de turno de la OSCE, Frank-Walter Steinmeier, calificó de "inaceptable" la situación en el este de Ucrania y se mostró "descontento" con la implementación de los Acuerdos de Minsk, pactados en 2015 por los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladímir Putin y Petró Poroshenko, respectivamente.

Steinmeier lamentó la falta de "voluntad política" de los actores implicados, desde el mantenimiento de las treguas a la puesta en marcha de las medidas de desarme y distensión.

La alta representante de la UE para Política Exterior, Federica Mogherini, cargó en este punto contra Rusia, a la que acusó de "flagrante violación" de los principios de la OSCE y de las leyes europeas, y remarcó que la UE "nunca reconocerá" la anexión de Crimea.

Dastis, a este respecto, consideró "imperativo" resolver la crisis en Ucrania, que divide a Europa en tiempos de incertidumbre, y pidió para ello una solución política.

El ministro de Exteriores kazajo, Erlan Idrissov, recalcó la importancia de resolver la crisis ucraniana, porque tiene repercusiones globales, apuntó que "no hay alternativa al diálogo" y consideró, a este respecto, que "la OSCE es única en su potencial para facilitar la negociación y promover el consenso".

Steinmeier señaló, en un encuentro con los medios, que la OSCE tiene un "valor incalculable" en momentos de gran "tensión entre Oriente y Occidente" y agregó que esta organización puede frenar la escala de conflictos en su ámbito territorial, aunque es esencial "la disposición" de las partes.