Islandia elegirá mañana nuevo presidente, con un historiador como favorito

El principal aspirante al cargo, Gudni Th. Jóhannesson, mantiene en los últimos sondeos una ventaja que ronda los 30 puntos porcentuales sobre sus tres perseguidores más próximos.

Multitudinaria protesta en Islandia para pedir la dimisión del primer ministro.
Multitudinaria protesta en Islandia para pedir la dimisión del primer ministro, Sigmundur David Gunnlaugsson este año por su vinculación con los Papeles de Panamá.
Efe

Islandia elegirá por primera vez en veinte años a un nuevo presidente en sustitución de Ólafur Ragnar Grímsson, que renunció a un sexto mandato, en unos comicios en los que el historiador Gudni Th. Jóhannesson es claro favorito.


El principal aspirante al cargo mantiene en los últimos sondeos una ventaja que ronda los 30 puntos porcentuales sobre sus tres perseguidores más próximos, cuyo apoyo oscila entre el 12 y el 16 por ciento: el ex primer ministro conservador David Oddson, el ecologista Andri Snær Magnason y la empresaria Halla Törnasdóttir.


Desde que Gudni Th. Jóhannesson presentó su candidatura hace menos de dos meses ha encabezado con claridad las encuestas y, aunque su ventaja se ha visto reducida, sigue siendo cómoda y nunca se ha visto amenazado realmente por sus contrincantes.


El sólido apoyo recibido por el historiador islandés, así como la presencia de David Oddson, hicieron retirarse a principios de mayo de la carrera presidencial a Ólafur Ragnar Grímsson, quien menos de un mes antes había decidido acudir una vez más a la reelección apelando a la crisis política en el país por la difusión de los llamados papeles de Panamá.


Las informaciones periodísticas sobre el uso de sociedades en paraísos fiscales de personalidades de diferentes ámbitos a nivel internacional provocaron la renuncia del primer ministro, el centrista Sigmundur David Gunnlaugsson, a principios de abril.


El escándalo de los papeles de Panamá, que también salpicó a la familia del presidente, provocó una oleada de protestas en Islandia que recordaron a las de 2008 con la crisis financiera que sufrió especialmente este país de apenas 330.000 habitantes y se llevó por delante al entonces Gobierno del conservador Geir H. Haarde.


Durante la campaña electoral, Gudni Th. Jóhannesson ha llamado a superar el clima de enfrentamiento y decepción causado por ese escándalo y ha defendido un nuevo modelo de ejercer el cargo al desempeñado por Ólafur Ragnar Grímsson, cuyo papel intervencionista en la política islandesa en los últimos años generó polémica.


Así, ha propuesto una reforma constitucional que permita que se convoquen consultas populares si un porcentaje de los electores lo quiere y convertir al presidente en una figura más simbólica.


El actual presidente -el que más años ha estado en el puesto en la historia del país- llegó a ejercer en dos ocasiones su derecho a veto para someter a referendo dos leyes del Parlamento para pagar a los gobiernos británico y holandés el dinero adelantado a sus ahorradores tras la quiebra del banco islandés Icesave, en 2008.


Esa medida le permitió recuperar la popularidad, aunque sus detractores criticaron entonces que se excediera en sus funciones y lo acusaron de cinismo por su connivencia anterior con los banqueros y empresarios que provocaron la crisis.


La falta de experiencia política de Jóhannesson no ha parecido importar a los islandeses, que lo prefieren antes que a un candidato más curtido como David Oddson, con una trayectoria de varias décadas en la administración y expresidente del Banco Central.


En contra de David Oddson, actual editor de 'Morgunbladid' (principal periódico islandés), ha jugado su controvertida figura: el informe de una Comisión Parlamentaria difundido en 2010 lo señaló como uno de los responsables de la crisis que colocó a Islandia al borde del colapso.

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