Ofrecen 140.000 dólares por el arma con la que un exvigilante mató a un joven negro en Florida

Ya había intentado subastarla dos veces de manera fallida.

Un agente sostiene el arma con la que fue asesinado el joven durante uno de los juicios.
Un agente sostiene el arma con la que fue asesinado el joven durante uno de los juicios.
Reuters

La polémica subasta en internet de la pistola con que el exvigilante George Zimmerman mató en 2012 en Florida (EE.UU.) al joven negro Trayvon Martin recibió el miércoles una oferta final de casi 140.000 dólares, tras dos intentos anteriores fallidos.


La subasta, realizada en el sitio de internet UnitedGunGroup, terminó al mediodía con una oferta final de 138.900 dólares, muy poco antes de que concluyera el tiempo de puja por la pistola. La oferta fue hecha por un usuario llamado 'John Smith', según recogió el diario Orlando Sentinel. Sin embargo, cualquier referencia a la subasta del arma ha sido borrada del citado sitio de internet.


Una persona que se identificó como Smith dijo al rotativo que su "oferta no era en serio". En un comunicado publicado posteriormente, Zimmerman agradece a Dios el éxito de la subasta que servirá para "recaudar fondos para varias causas nobles".


Con la palabra "patriotas" en el encabezamiento de la carta, el exvigilante voluntario escribe más adelante que el "proceso de notificación al adjudicatario comenzará inmediatamente".


"El arma a la venta es la que usé para defender mi vida y terminar con el brutal ataque de Trayvon Martin el 26 de febrero de 2012", indicó Zimmerman, de 32 años, en la descripción que usó en los tres sitios de subastas y en la aseguraba que la venta suponía una "oportunidad de poseer una pieza de la historia estadounidense".


El exvigilante voluntario, de madre peruana, fue absuelto en julio de 2013 de la muerte de Martin porque el jurado del tribunal de Sanford (Florida), donde ocurrió el suceso, aceptó la tesis de que había actuado en defensa propia.


La muerte del adolescente y la posterior absolución de Zimmerman fue el primero de una serie de episodios que han avivado el debate nacional sobre las relaciones raciales en Estados Unidos y el uso de las armas de fuego por parte de la población civil. 

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