Hermanos Musulmanes, "apóstatas" para el EI y "terroristas" para Gobiernos

El grupo islamista Hermanos Musulmanes, caído en desgracia tras el fracaso de las "primaveras árabes", se ha situado en el punto de mira tanto de varios regímenes árabes, que lo tachan de "terrorista", como del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que lo considera "apóstata" por defender la democracia.

Los extremistas del EI han dejado clara su postura en el último número de su revista emitida en inglés, Dabiq, difundida esta semana y en la que acusan al grupo de ser un "cáncer destructivo" para la sociedad musulmana, algo en lo que los yihadistas coinciden con muchos gobiernos de la región.

Según el analista político egipcio, Kamal Habib, dicha paradoja se debe a que, por un lado, los estados tratan a los Hermanos Musulmanes teniendo en cuenta consideraciones políticas "excluyentes", mientras que, por otro, los yihadistas se apoyan en criterios religiosos extremistas, según los cuales, los principios democráticos son heréticos.

"Los gobiernos árabes son, en su mayoría, autoritarios y ven a los Hermanos Musulmanes como una amenaza a su autoridad ya que (estos regímenes) no creen en el pluralismo, ni en la alternancia de poder", opina Habib, que renunció al yihadismo en los años noventa. Además, para este yihadista arrepentido, la decisión de etiquetar al grupo islamista de "terrorista", busca excluirlo de la vida política.

La Hermandad Musulmana, creada en Egipto en el año 1928 por Hasan al Banna, está presentes actualmente en forma de organizaciones locales en distintos países musulmanes como Jordania, Yemen, Siria y Kuwait y su ideología se ha extendido a través de distintos partidos y agrupaciones en todo el mundo musulmán.

Los yihadistas fundamentan su rechazo a la Hermandad en la concepción rigorista de la soberanía de Alá en la tierra. Es decir, según el EI, solo puede regir la sharia (ley islámica) y no las leyes redactadas por los hombres (el derecho positivo), como sí aceptan los Hermanos Musulmanes.

En el ultimo número de la publicación Dabiq, los yihadistas emplean este y otros argumentos para tildar a los integrantes del grupo islamista de "apóstatas", y por lo tanto, interpretan que es un deber matarlos.

Los yihadistas rechazan la ideología de los Hermanos por considerar que han incorporado a su ideario los principios democráticos, como el pacifismo, la Constitución, las elecciones, el pluralismo o los derechos humanos.

El analista egipcio Yusri al Azbaui, del Centro Árabe de Investigaciones y Estudios, sin embargo, cree que los regímenes árabes actúan de manera lógica ante los Hermanos Musulmanes.

Según él, la decisión de algunos países de declarar a la cofradía grupo terrorista se debió a que este se refugió en la violencia. Una cuestión que defienden las autoridades, pero que la cofradía ha negado reiteradamente.

"Todos los grupo yihadistas se apoyan en la ideología de los Hermanos Musulmanes, que fueron pragmáticos durante décadas, pero que decidieron volver a la violencia, de nuevo, cuando perdieron el poder", precisó Al Azbaui.

Desde el golpe de Estado del 3 de julio de 2013 que derrocó al entonces presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, en su tiempo miembro de los Hermanos Musulmanes, las autoridades egipcias han reprimido a los líderes, miembros y simpatizantes de la agrupación, a la que han declarado "terrorista", y se han incautado de todos sus bienes, así como de las empresas de sus integrantes.

Kamal Habib defiende que los Hermanos Musulmanes deben ser incluidos en el proceso político legítimo en los países donde se encuentran, en lugar de ser declarados terroristas. Para este antiguo enemigo de la Hermandad, la exclusión política de esta corriente alimenta a los grupos yihadistas y favorece que islamistas moderados se inclinen por la violencia como herramienta para el cambio.