Austria levantará "barreras técnicas" en su frontera

El país centroeuropeo ha sido criticado con dureza por Alemania tras dar a conocer su posible medida contra el flujo de inmigración hacia sus fronteras.

Varios refugiados se dirigen a la frontera con Austria, cerca de Passau.
Varios refugiados se dirigen a la frontera con Austria, cerca de Passau.
Efe

Lo advirtió el martes ante el Parlamento Europeo, en Estrasburgo. "La UE no está en su mejor mejor momento". Y en efecto, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, tiene más razón de la que quizá le gustaría. El particular parte de guerra que cada día llega a Bruselas recibió ayer noticias preocupantes al conocerse la intención del Gobierno de Austria de levantar vallas en algunos pasos fronterizos con Eslovenia y escuchar, por otra parte, las duras criticas de Alemania hacia Austria, precisamente, al acusarle de hacer la vista gorda y facilitar el paso de refugiados en su frontera con nocturnidad y cierto punto de alevosía.


Todo en un día en el que se conoció la predisposición de Eslovenia de invocar por primera vez en la historia comunitaria el artículo 222 de los Tratados, la llamada cláusula de solidaridad que contempla solicitar ayuda militar a sus socios. Así los desveló el Gobierno de Lubliana al 'Financial Times', aunque ayer, la portavoz de Interior de la Comisión, Natasha Bertaud, aseguró a mediodía que "no tenemos constancia de nada de esto". Tampoco de la decisión de Viena de levantar nuevas vallas en la UE. Por la tarde, hablaron Juncker y el canciller, Werner Faymann.


Lo paradójico es que todo vuelve a saltar por los aires apenas 72 horas después de que los jefes de Estado y de gobierno de una decena de países de la UE, entre ellos Alemania y Austria, se reunieran de forma excepcional el domingo en Bruselas para intentar pactar una estrategia coordinada para afrontar desde un punto de vista organizativo y humanitario la ola de refugiados que se está registrando en la llamada ruta de los Balcanes occidentales. La realidad vuelve a evidenciar que lo pactado fue el enésimo parche, que los países siguen velando más por sus intereses nacionales dejando a un lado los valores comunitarios que tanto insiste en defender en balde Juncker.


Todo comenzó con la política de puertas abiertas de Angela Merkel, con esos 'selfies' con asilados tan criticados por todos los Estados miembros que se encuentran en la ruta entre Grecia y Alemania, el único país al que de verdad quieren llegar los refugiados, como insiste Austria, Eslovenia, Croacia o Hungría. Este último país, precisamente, comenzó a alterar el tablero comunitario al cerrar sus fronteras a cal y canto con kilométricas alambradas. Una decisión muy criticada pero que parece haber sido ya asumida en Bruselas, que ahora busca aliviar la zona de los Balcanes, que ha desbordado a países como Croacia y Eslovenia, que al verse incapaces de gestionar la llegada de decenas de miles de refugiados han amenazado con levantar más vallas.


No son los únicos. Ayer le tocó el turno a Austria, cuya ministra de Interior, Johanna Mikl-Leitner, confirmó la pretensión de su Gobierno de establecer "barreras técnicas que asegurar que las entradas al país sean ordenadas y coordinadas, no es cerrar la frontera" con Eslovenia. Faymann, por su parte, matizó que no se trata de levantar una valla a lo largo de la frontera, sino de mejorar el control de los flujos migratorios. ¿Cómo? No lo explicitó, aunque fuentes comunitarias señalaron que podría tratarse de habilitar una infraestructura mínima en diferentes pasos fronterizos que permita una mejor gestión de la llegada de inmigrantes. Lo que sí recalcaron estos medios es que el domingo, el canciller austriaco no dijo nada al respecto a sus socios, una prueba más de la dudosa lealtad con la que se están actuando entre Estados miembros, acusándose unos a otros de haber la vista gorda.Tensiones políticas en Berlín


Éste es precisamente el origen de la nueva polémica surgida entre Viena y Berlín. El ministro de Interior alemán, El comportamiento de Austria en los últimos días está fuera de lugar", ha criticado el ministro del Interior, Thomas de Maizière, denunció que en los últimos días "hemos observado que, sin ningún aviso y de noche, miles de refugiados han sido trasladados a nuestra frontera, donde se les deja sin provisiones". "El comportamiento de Austria está fuera de lugar", espetó antes de asegurar que Austria aceptó ayer volver a un proceso ordinario de colaboración. "Espero que esto ocurra inmediatamente", recalcó el ministro.


El nerviosismo en Alemania es evidente ya que Merkel ve cómo su gestión de los refugiados está erosionando su imagen por primera vez en mucho tiempo y cómo su influyente socio de Baviera ha instalado la barra libre de las críticas hacia la canciller al ser ellos los que tienen la frontera que linda con Austria. Merkel insiste en pedir calma, mientras sus portavoces recuerdan que "la solución no llegará construyendo más vallas", como ayer dijo Steffen Seibert.


Estas tensiones, como advirtió residente del Consejo, Donald Tusk, ponen de manifiesto que logros tan importantes como el espacio de libre tránsito corren un peligro real porque Eslovenia y Austria no sólo son UE, también Schengen.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión