El presidente de Serbia, Tomislav Nikolic, advirtió este viernes de que la incorporación de Kosovo a la Unesco tendría un impacto negativo en el diálogo en curso para la normalización de las relaciones entre Belgrado y Pristina, auspiciado por la Unión Europea (UE).

En un discurso ante el cuerpo diplomático en Belgrado, Nikolic opinó que la adhesión de Kosovo (antigua provincia serbia de mayoría albanesa que se proclamó independiente en 2008) a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sería una decisión "impuesta" y un "vivero de futuros conflictos".

"Los pasos unilaterales, como la petición de Kosovo de adherirse a la Unesco, no contribuye a preservar un ambiente favorable para el diálogo (...), en el que se han logrado acuerdos importantes para la estabilización de la situación en la región y la normalización de las relaciones", dijo Nikolic.

Pidió que el asunto del patrimonio cultural serbio en Kosovo forme parte de las negociaciones.

Nikolic aludió a la destrucción de "cientos de edificios religiosos medievales y otros monumentos" serbios en Kosovo, entre ellos algunos que estaban en la lista de patrimonio de la humanidad de la Unesco.

Para Nikolic, otorgar a Pristina la responsabilidad de preservar ese patrimonio "es como si se da el cordero al lobo para que lo guarde".

Según el presidente serbio, 236 iglesias, monasterios y otros edificios culturales han sido blanco de ataques desde el fin de la guerra en 1999, 174 edificios religiosos han sido destruidos y más de 10.000 iconos y otros objetos artísticos han sido robados.

Además, recalcó, ha habido daños "en 256 cementerios serbios ortodoxos".

A juicio de Nikolic, Serbia, en tanto que miembro de la Unesco, debe permanecer como protector de su patrimonio cultural en Kosovo, cuya independencia Belgrado no reconoce.

Se prevé que la adhesión de Kosovo sea tratada el próximo día 21 por el Consejo Ejecutivo de la Unesco en París, donde podría recibir la mayoría de los votos de los 58 países miembros de ese organismo, dado que 32 de ellos reconocen la soberanía kosovar.

Para que la propuesta sea aceptada definitivamente debería ser aprobada en noviembre por la Conferencia General de la Unesco, para lo que se requiere el apoyo de dos tercios de los 195 Estados miembros.

La independencia de Kosovo es reconocida por más de cien países, entre ellos Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE.

La entrada en la Unesco no significaría el reconocimiento de Kosovo como país soberano por parte de Naciones Unidas.