Un año después del alto el fuego entre Israel y el movimiento islamista Hamás, que puso fin a cincuenta días de guerra en Gaza, la tensión persiste y los palestinos intentan acordar una tregua de larga duración.

El alto el fuego mediado por Egipto que puso fin a la ofensiva israelí y el lanzamiento masivo de cohetes desde la franja, se ha mantenido durante doce meses, con ocasionales violaciones por el lanzamiento de proyectiles desde Gaza que fueron respondidos con fuego israelí contra objetivos militares.

En este periodo han alcanzado su territorio una decena cohetes y proyectiles de mortero, ninguno de los cuales ha provocado víctimas y la mayoría de ellos reivindicados por grupos salafistas que no obedecen las instrucciones de Hamás.

Tampoco ha habido incidentes en los que milicianos palestinos logren cruzar a territorio israelí para atentar a través de túneles, aunque sí se han producido muertes de jóvenes palestinos por fuego israelí tras acercarse a la verja de separación y disparos contra pescadores palestinos que faenaban en la costa.

"Ha habido unos pocos incidentes de ataques con cohetes. Aunque no fueran directamente ellos, las organizaciones que dispararon lo hicieron con la luz verde de Hamás", aseguró a Efe el comandante Arye Shalikar, de la Oficina de Información del Ejército.

Según él, la situación de seguridad para Israel ha mejorado en el último año, si bien "hay algunos puntos negativos", entre ellos que "Hamás reconstruye los túneles y hace pruebas de cohetes en el Mediterráneo", además de que "la reconstrucción de la franja de Gaza no ha tenido lugar", lo que supone un problema por la frustración e ira que genera entre sus residentes, que no ven un futuro mejor.

Hamás aseguró recientemente que ha tenido contactos indirectos con Israel para alcanzar un alto el fuego duradero, presuntamente a través del exenviado del Cuarteto para Oriente Medio y ex primer ministro británico Tony Blair.

Israel negó contactos directos o indirectos con Hamás, si bien el mero hecho de que esa facción palestina diga que negocia ya indica su disponibilidad a aceptar una tregua a largo plazo.

El analista y director de Investigación del Instituto de Política y Estrategia, el coronel en la reserva Shaul Shay, cree que, transcurrido un año, se ha demostrado que la mortífera guerra del pasado verano -en la que murieron 2.251 palestinos (en su mayoría civiles) y 73 israelíes (la mayor parte soldados)- no fue de utilidad a Hamás, que gobierna ahora un territorio más empobrecido y está cada vez más aislado internacionalmente.

"Hamás está peor. Está aislado, ha perdido el apoyo de Irán, sus relaciones con Egipto, que le ha calificado de grupo terrorista, son también muy tensas y, como consecuencia, también la relación con Arabia Saudí, y no han logrado recibir buena parte del dinero prometido para la reconstrucción", opina.

Además, "Egipto ha conseguido cortar la mayoría de túneles por los que metían armas", lo que limita "sus posibilidades de reconstruir sus capacidades militares".

Las relaciones de Hamás con la Autoridad Palestina también son tensas, tras el fracaso de la reconciliación y, además, según él, el liderazgo de Hamás está dividido entre el militar y el político en Gaza y, también, entre los líderes dentro y fuera de la franja.

La tensión política, los ocho años de bloqueo y la falta de reconstrucción sumen al enclave costero palestino en una situación desesperada que hacen de la zona "un lugar explosivo", señalaron a Efe fuentes de seguridad que pidieron no ser identificadas.

El sellado de la frontera con Egipto, ordenado por el presidente Abdelfatah Al Sisi, es uno de los puntos más importantes para Israel, si bien endurece la situación en la franja, donde la población tiene cada vez más limitada la posibilidad de salir.

La semana pasada el Ejército israelí destacó a la zona de Ashdod, cerca de la franja, una batería del sistema antimisiles Cúpula de Hierro ante la estimación de que el empeoramiento de la salud de un preso de la Yihad Islámica en huelga de hambre pudiera reactivar el fuego desde Gaza.