Al menos tres personas han muerto, una permanece desaparecida y más de 2.000 han sido evacuadas debido a las inundaciones provocadas por el temporal de lluvia que ha azotado en los últimos días el centro de Argentina, informaron el martes a Efe fuentes oficiales.

Un niño de 11 años falleció el pasado jueves en la localidad bonaerense de Pilar, al ser arrastrado por las aguas de un arroyo.

En Campana, también en la provincia de Buenos Aires, un hombre murió el sábado en el incendio de su vivienda en una zona anegada tras negarse a abandonar su hogar, mientras que en Quilmes los bomberos hallaron el lunes a un hombre sin vida en una casa inundada, aledaña a un arroyo que se desbordó.

"Hay una persona fallecida. Aún no se sabe cómo murió, falta la autopsia", señalaron a Efe desde Defensa Civil de Quilmes, en la periferia sur de Buenos Aires, donde unas 35 personas siguen evacuadas.

En la capital argentina, la Prefectura rescató un automóvil que cayó al Riachuelo el pasado fin de semana en medio de una intensa lluvia, pero sigue desaparecido su conductor.

El desbordamiento de ríos bonaerenses por las lluvias y los vientos del sudeste, que provocan la crecida de las aguas, ha puesto en situación crítica a varias localidades, en especial Salto, donde las aguas alcanzaron una crecida histórica de 9,30 metros y hay unas 700 personas evacuadas y centenares más han abandonado de forma preventiva sus hogares.

En Luján, a 60 kilómetros al oeste de Buenos Aires, el río superó los 5,30 metros, pero la crecida aún no ha alcanzado su pico máximo, por lo que se espera que el número de evacuados, que ronda los 400, aumente en las próximas horas.

Medio millar de personas también han abandonado sus hogares en las localidades bonaerenses de Arrecifes y San Antonio de Areco.

El temporal ha castigado también la provincia central argentina de Santa Fe, donde hay más de 300 evacuados.

Las lluvias dieron el martes una tregua a la región afectada, pero, según los pronósticos meteorológicos, se reanudarán el miércoles.