El Gobierno israelí ha dado luz verde este miércoles al plan para construir 300 nuevas viviendas en un asentamiento judío en Cisjordania, después de una orden judicial de demolición contra dos bloques de apartamentos en ese mismo lugar.

Decenas de colonos judíos se han reunido en los últimos días en el asentamiento de Beit El para protestar contra la demolición. El Tribunal Supremo israelí dictaminó que ambos bloques, parcialmente construidos, fueron levantados de forma ilegal en terreno palestino.

Los ultranacionalistas de la coalición gobernante del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha instado al político israelí a seguir adelante con el proyecto de las 300 viviendas como compensación por la demolición. El plan fue anunciado por primera vez hace tres años e iba a ser situado en otra zona.

La oficina del primer ministro ha informado en un comunicado del visto bueno a la "construcción inmediata de 300 viviendas". La medida se enmarca en el plan de construcción que también contempla 413 viviendas en Jerusalén Este.

Israel se hizo con los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este en la guerra de los seis días de 1967. Muchos países han considerado ilegales los asentamientos que Israel ha construido desde entonces en terreno ocupado.

Los líderes colonos han presionado a Netanyahu durante las últimas semanas para comenzar con la construcción de las viviendas, algo que los palestinos ven como un obstáculo para sus aspiraciones por conseguir un estado propio.