Estados Unidos hace historia al convertir el matrimonio homosexual en un derecho

El Alto Tribunal consideró por 5 votos a favor y 4 en contra que los homosexuales pudieran casarse.

Cientos de personas celebran la decisión de los jueces de legalizar el matrimonio homosexual en EE. UU.
Cientos de personas celebran la decisión de los jueces de legalizar el matrimonio homosexual en EE. UU.
Efe

EE. UU.vivió este viernes un día histórico tras la decisión del Tribunal Supremo de considerar el matrimonio homosexual un derecho constitucional, un fallo que legaliza las uniones de parejas del mismo sexo en cualquier parte del país.


El Alto Tribunal consideró por cinco votos a favor y cuatro en contra que la Constitución estadounidense ampara a gais y lesbianas para poder contraer matrimonio, y eliminó la potestad de los estados de prohibir las uniones entre homosexuales.


Hasta ahora había 37 estados, más el Distrito de Columbia -donde está la capital, Washington- en los que el matrimonio homosexual era legal, mientras que otros 13 habían prohibido este tipo de uniones explícitamente. La decisión es la culminación de décadas de litigios y activismo, a la vez que la opinión pública estadounidense ha ido virando hacia una aceptación mayoritaria de los matrimonios homosexuales.


Los nueve jueces debían decidir sobre las demandas presentadas en los estados de Kentucky, Michigan, Tennessee y Ohio, este último pionero con la demanda del ciudadano Jim Obergefell, quien demandó a ese estado por no reconocer el matrimonio con su esposo, John Arthur.


Obergefell y Arthur se casaron en 2013 después de que el Tribunal Supremo anulase la Ley de Defensa del Matrimonio, que calificaba el matrimonio exclusivamente como la unión entre un hombre y una mujer. Sin embargo, Arthur murió tres meses después debido a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que sufría, pero Obergefell no pudo incluir su nombre en el certificado de fallecimiento de su marido, ya que los matrimonios homosexuales no eran reconocidos en Ohio.


La historia de Obergefell, quien recibió hoy inmediatamente la llamada del presidente de EE. UU., Barack Obama, para felicitarlo tras conocerse el fallo, será recordada así como la última victoria por los derechos civiles de la comunidad LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) en el país. Tras la conversación entre ambos, captada en directo por las televisiones nacionales, Obama aseguró desde los jardines de la Casa Blanca que el fallo del máximo tribunal del país "es una victoria para América".


"Esta decisión fortalecerá todas nuestras comunidades. Ofrecerá a todas las parejas homosexuales la dignidad que merecen", dijo el mandatario en una emotiva alocución, después de conocerse la decisión del Alto Tribunal. "Cuando todos somos tratados de manera igualitaria, todos somos más libres", agregó Obama, quien alabó los esfuerzos de quienes han luchado durante décadas para lograr que se reconozca que "todos debemos ser tratados igual, sin importar a quién amemos".


"El progreso en el camino viene a menudo en pequeños pasos. A veces dos pasos adelante y uno atrás, impulsados por el esfuerzo persistente de ciudadanos dedicados. Y luego, a veces, hay días como este, cuando ese esfuerzo lento y constante es recompensado con la justicia que llega como un rayo", agregó el mandatario.


La opinión de la Corte, escrita por el juez Anthony Kennedy, concluyó que la unión entre homosexuales está amparada por la Decimocuarta Enmienda de la Constitución estadounidense, que asegura que todo ciudadano del país debe ser tratado por igual. "Ninguna unión es más profunda que el matrimonio, ya que encarna los más altos ideales del amor, la fidelidad, la dedicación, el sacrificio y la familia.


En la formación de una unión matrimonial, dos personas se convierten en algo más grande de lo que una vez fueron", escribió el juez Kennedy. "Sería una malinterpretación -arguyó el juez- decir que estos hombres y mujeres faltan al respeto a la idea del matrimonio. Lo respetan, lo respetan tan profundamente que tratan de encontrar su cumplimiento por sí mismos".


"Su esperanza no debe ser condenada a vivir en soledad, excluidos de una de las instituciones más antiguas de la civilización. Piden la misma dignidad a los ojos de la ley. La Constitución les otorga ese derecho", concluyó el magistrado. Cientos de personas recibieron con júbilo la decisión judicial a las puertas del Tribunal Supremo en Washington, donde ondearon banderas arco iris -símbolo de la comunidad LGTB- y exhibieron carteles en los que se leían consignas, en inglés y español, como "El amor vence".