Así viven (y mueren) los caimanes que acabarán siendo bolsos o cinturones

El grupo en defensa de los animales PETA denuncia las condiciones de los criaderos.

El grupo en defensa de los animales PETA US ha visitado dos criaderos de caimanes, uno en Texas y otro en Zimbabue, que proveen de pieles de cocodrilo y caimán a la firma Hermès. Según esta organización la lujosa marca fabrica con estas pieles bolsos Birkin de más de 40.000 dólares y correas de reloj de 2.000. 


Según PETA US, las imágenes y vídeos extraídos de estos criaderos exponen "las terribles condiciones y las presuntas violaciones de leyes estatales y federales". 


"Los reptiles son encerrados y hacinados en pozos estériles. En la granja en Texas, sus nucas eran cercenadas con sierras, y algunos de ellos aún se movían minutos después de haber sido atacados con un cuchillo en un intento brutal de masacrarlos". La documentación obtenida ha llevado a PETA US a exigir a Hermès que detenga la fabricación y la venta de productos hechos con pieles exóticas.


PETA US también ha presentado denuncias ante las autoridades de Texas por presuntos actos ilegales de crueldad hacia los animales, capturados en vídeo por un investigador de PETA en Lone Star Alligator Farms en Winnie, Texas, "donde los trabajadores les disparaban a los caimanes en la cabeza, en algunos casos varias veces, con una pistola de perno y les cercenaban la nuca con un cúter para amputar sus vasos sanguíneos".


Según este investigador, el gerente  de la granja se refería a los caimanes vivos como "correas de relojes", ya que sus pieles son utilizadas para las "lujosas" pulseras de los relojes Hermès.


Las imágenes de vídeo tomadas en la granja de cocodrilos Padenga Holdings en Kariba, Zimbabue –que provee pieles para los bolsos Birkin– muestran pozos con hasta 220 cocodrilos cada uno. "Padenga es una de las mayores granjas de cocodrilo del Nilo del mundo, y solo en 2014 asesinó a 43.000 animales", informan desde la organización en defensa de los animales.


"Las personas pagan miles de dólares por tales artículos, pero los reptiles en estas granjas industriales crueles y repugnantes están pagando el verdadero precio", dice Mimi Bekhechi, directora de PETA.