El "no" lidera, de momento, el reñido recuento en Escocia

Con 23 de los 32 distritos escrutados, el "no" sigue por delante con el 54,3% de los votos, frente al 45,6% del "sí".

"¿Debería Escocia ser un país independiente?", es la pregunta de la consulta
El "no" lidera, de momento, el reñido recuento en Escocia
Reuters

El "sí" a la independencia de Escocia se impuso hoy en Glasgow, la mayor ciudad de la región, por 194.779 votos frente a los 169.347 del "no", que no obstante lidera el recuento general con el 54,3 %.


En Glasgow hubo una participación del 75 %, de 364.664 censados, por debajo de la media cercana al 85 % en toda Escocia.


El triunfo en Glasgow supone un impulso para el bando del "sí" pero sigue por detrás en el escrutinio con un 45,6 % del apoyo, comparado con el 54,3 % del "no", con 23 de 32 distritos adjudicados.


Los colegios electorales cerraron este jueves en Escocia a las 21.00 GMT, tras quince horas de votación, y comenzó el recuento de las papeletas de un referéndum cuyo resultado definitivo se conocerá este viernes.


Los datos de participación se harán públicos también a lo largo de la mañana, si bien se prevé que las cifras sean altas, dado que el 97 % del censo electoral se ha registrado para poder votar en alguna de las 5.579 urnas repartidas en 32 distritos electorales.


El resultado en cada uno de esos distritos -"sí" o "no"- se irá conociendo a lo largo de la madrugada.


Los primeros indicios claros sobre el resultado del referéndum serán los que arrojen las grandes circunscripciones como Glasgow, con 486.000 votantes registrados, Edimburgo, con 378.000, y Fife, con 300.000.


Los distritos enviarán sus resultados individuales a medida que acaben sus recuentos a un centro ubicado en Ingliston, a las afueras de Edimburgo, donde se verificará esos recuentos parciales.


En un día laborable en Escocia, numerosos colegios electorales informaron de colas ante sus puertas en algunos momentos del día, especialmente a primera hora de la mañana, cuando muchos ciudadanos aprovecharon para ir a votar antes de dirigirse a sus puestos de trabajo.



Casi 4,3 millones de residentes en Escocia han votado en un reñido referéndum si quieren que esa región británica sea un país independiente, lo que acabaría con el Reino Unido y podría abrir un proceso de cambios en Europa.


En un día nublado pero agradable, la afluencia a las urnas ha sido constante desde la apertura a las 06.00 GMT y la participación ha sido muy alta, pues se ha registrado para votar el récord del 97 % por ciento del censo electoral escocés, entre ellos 109.000 adolescentes de 16 y 17 años que lo han hecho por primera vez.


La pregunta a consulta, consensuada entre Londres y Edimburgo y que debe marcarse en la papeleta con un "sí" o un "no", es: "¿Debería Escocia ser un país independiente?"


Los sondeos y las casas de apuestas auguran una ajustada victoria del "no" en el referéndum, por entre dos y cuatro puntos de diferencia, pero los indecisos -entre el 5 y el 10 % del censo- pueden inclinar la balanza.


El resultado se conocerá este viernes "a la hora del desayuno", según la Comisión Electoral escocesa, por lo que habrá que esperar hasta alrededor de las 06.00 GMT para saber si Escocia rompe una unión que se remonta a 1707 y nace un nuevo Estado en el seno de Europa.


Ante los 2.608 colegios electorales de Escocia no se han reportado incidentes destacables. 


Sí hubo mucha animación, emoción y pasiones, sobre todo por parte de los secesionistas, los que han sido más ruidosos y los más dispuestos a explicar, arropados por banderas escocesas y con pancartas, que el futuro de Escocia "debe estar en manos de los escoceses".


Su apuesta ha sido apoyada ante colegios como el de Lothian Chambers, en pleno centro de Edimburgo, por grupos de vascos, catalanes o sardos con banderas que se mostraron favorables a un proceso de secesión que esperan pueda ser imitado en otras regiones de Europa.


"Esta es una gran oportunidad para que Escocia tome las riendas de su futuro", aseguró a Efe Christabel Barrowman, de 20 años, en el colegio electoral de Haddon's Court, en el centro de Edimburgo.


En ese mismo colegio Elise Theures, de 70 años y votante del Partido Conservador, señalaba no obstante que optó por el "no" porque "prefiero ser parte de una unidad más grande, la unidad nos da la fuerza", y que se considera escocesa "pero no nacionalista".


El promotor de la consulta separatista es Alex Salmond, ministro principal de Escocia y líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), que puso fin a una larga campaña que durante casi dos años lo ha llevado a recorrer cada localidad escocesa, desde las alejadas islas del mar del Norte a la región de Lothian fronteriza con Inglaterra.


En el bando de los unionistas el liderazgo lo ha asumido con claridad el ex primer ministro laborista Gordon Brown desde que las encuestas mostraron a comienzos de septiembre que las distancias se acortaban y la victoria del "no" podría estar en riesgo.


Brown, confiado en que la "mayoría silenciosa" respaldará la permanencia de Escocia en el Reino Unido, votó en North Queensferry, en Fife (centro de Escocia), mientras Salmond lo hizo en su localidad de Strichen (este).


El primer ministro británico, David Cameron, que autorizó la consulta y podría ver peligrar su puesto en caso de un triunfo del "sí", pasó el día trabajando en su despacho de Downing Street, en Londres, sin un plan de contingencia ante un eventual triunfo independentista.


Cameron ha admitido que está "nervioso" por el referéndum, cuya trascendencia tiene también muy pendientes a las empresas británicas y escocesas, y a los mercados, que abrirán este viernes en coincidencia con la divulgación del resultado.