Guerra civil en Siria

Siria muestra su "pesar" por la renuncia de Annan

"Los países que pretenden desestabilizar Siria han sido quienes bloquearon su misión y continúan haciéndolo" afirma el régimen sirio.

Damasco ha mostrado este jueves su pesar por la renuncia del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, y ha acusado a ciertos países, sin mencionarlos, de ser los responsables de esta decisión.


"Siria expresa su pesar por la renuncia de Kofi Annan", ha señalado el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores en un comunicado.


El régimen sirio ha insistido en que "siempre ha declarado y ha demostrado su compromiso con el plan (de paz) de Annan", pero que "los países que pretenden desestabilizar Siria han sido quienes bloquearon su misión y continúan haciéndolo".


El Gobierno que dirige Bachar al Asad acusa con frecuencia a los países occidentales y a otros estados de la región como Catar y Arabia Saudí de instigar la rebelión, que comenzó en marzo de 2011 y que se ha tornado en un sangriento conflicto civil.


"Siria está comprometida con la lucha contra el terror y con la paz y la estabilidad. Siria todavía cree que la salida a esta crisis es el diálogo nacional y la reconciliación sin ninguna intervención internacional", ha señalado Exteriores en su comunicado.


El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que este jueves lamentó la marcha de Annan, encomendó el pasado 23 de febrero al diplomático ghanés la misión de mediar entre las partes enfrentadas para conseguir detener la violencia.


Aunque logró que ambos contendientes aceptaran un plan de paz de seis puntos, el ex secretario general de la ONU y premio Nobel de la Paz nunca pudo, sin embargo, avanzar hacia la aplicación sobre el terreno del mismo.


Annan ha revelado este jueves en Ginebra que su decisión responde a la imposibilidad de dar los pasos necesarios que conduzcan a un acuerdo político que ponga fin a la crisis en el país árabe, al tiempo que ha criticado con dureza a la comunidad internacional en general y al Consejo de Seguridad de la ONU por sus divisiones políticas.


"Es imposible para mí o para cualquier otra persona convencer al Gobierno y a la oposición de dar los pasos necesarios para abrir un proceso político. Por esta razón, he informado al secretario general de la ONU (Ban Ki-moon) de que no tengo intención de mantener mi misión cuando expire a finales del mes de agosto", ha explicado.