PRIMER CASO EN HUESCA

Un ex alumno de San Viator denuncia por abusos sexuales al religioso detenido en Chile

El joven, de unos 30 años, ha declarado que fue víctima de sus "tocamientos" en el colegio oscense cuando tenía 14 años José Ángel Arregui, que filmó vídeos en otros centros, ejerció en Huesca en 1992/93.

Fachada del colegio de San Viator en Huesca
Un ex alumno de San Viator denuncia por abusos sexuales al religioso detenido en Chile
JAVIER BLASCO

La detención en Chile de un clérigo de San Viator acusado de tenencia de pornografía infantil, que había grabado vídeos de abusos a menores en colegios de dicha comunidad religiosa en Madrid, Vitoria y Basauri (Vizcaya) entre 1992 y 2005, ha provocado una primera denuncia en Huesca, donde ejerció como profesor en el curso 1992/93. Un ex alumno del centro oscense, que ahora tiene unos 30 años, ha denunciado ante la Policía Nacional haber sido víctima de abusos sexuales por parte del religioso.

La presunta víctima tenía entonces 14 años de edad. Aunque en ese momento no se denunciaron los hechos, ahora, tras conocer la noticia, la noche del miércoles acudió a la comisaría de la capital oscense para interponer una denuncia por "tocamientos" contra José Ángel Arregui Eraña. La Subdelegación del Gobierno en Huesca confirmó que se había presentado esta acusación, aunque no aportó ningún detalle de su contenido para preservar la identidad del joven. De eso hace ya 17 años, por lo que el delito podría haber prescrito.

El religioso, de 53 años, que se encuentra en prisión preventiva en Chile desde que fuera detenido por las autoridades de dicho país el pasado 14 de agosto, ejerció como tutor de 2º de Primaria en el centro de la capital oscense, según confirmó el martes el director del colegio, Rafael Gállego. El responsable no estaba entonces en el colegio pero apuntó que la noticia había provocado "sorpresa" y "desconcierto" en la comunidad educativa. De hecho, "todos los profesores están extrañados porque no hubo ninguna manifestación en contra. Se han quedado desconcertados", señaló tras conocer la noticia. Tampoco en las primeras horas ni ex alumnos ni sus familias llamaron al centro.

El presunto pederasta fue tutor de un curso y entre otras materias impartiría Educación Física, puesto que era su especialidad, comentó Gállego. El denunciante no pertenecía a este grupo que dirigía el acusado, sino que iba a otro curso superior.

Con la excusa de tomar datos para su doctorado sobre 'El crecimiento físico en la adolescencia y su influencia en la flexibilidad y su medición', abusaba de los escolares de entre 12 y 14 años en salas donde había instalado previamente las cámaras de grabación. Según la Guardia Civil, las imágenes fueron tomadas en el gimnasio de San Viator en Vitoria, en la antigua aula de informática de San Viator de Madrid o en los vestuarios del colegio San José de Basauri (Vizcaya). Según las pesquisas, al menos 15 menores sufrieron tocamientos, masturbación, masturbación colectiva, agresiones físicas o penetración con objetos. Por el momento, la Policía española ya ha identificado a una decena de víctimas. Sin embargo, no se han hallado imágenes grabadas en el centro oscense.

Los vídeos por los que se le acusa fueron tomados entre los años 1992 y 2005. El presunto pederasta impartió docencia en el centro de Madrid en el curso 1991/92 y el siguiente se trasladó a Huesca 1992/93, aunque solo estuvo ese año. Desde aquí, se fue al centro de Vitoria en el que permaneció dos cursos escolares (1993/94 y 1994/95). Además, ejerció en otros tres centros más del país. Desde hace unos años vivía en un centro educativo viatoriano en Chile, donde daba clase en la Universidad de Santiago.

El director de colegio de Vitoria, Alberto Elgoibar, también confirmó el martes que había dado clases de gimnasia pero que no habían detectado ningún comportamiento sospechoso. "En absoluto teníamos conocimiento de estos hechos", aseguró al tiempo que deseó que "se aclaren las cosas" cuando se celebre el juicio y se llegue "hasta el fondo" del asunto. Además, añadió que en aquella época no había cámaras fijas en el colegio.

La policía chilena llegó hasta el ordenador de Arregui al investigar una red de pornografía infantil. Entonces, se dio cuenta de que había material grabado por él mismo, en el que en muchas ocasiones era protagonista, que había sido filmado en España. A través de la Interpol pasó el caso a la Guardia Civil española que investiga ahora las imágenes tomadas. Por su parte, la Fiscalía chilena pedirá que el religioso español cumpla condena allí, donde se enfrenta a una pena que va de 541 días a tres años de prisión por posesión de unas 400 horas de grabaciones. Arregui ha confesado que le producía "cierto placer y desahogo sexual" y que se sentía atraído por hombres y mujeres muy jóvenes, especialmente niños con rasgos femeninos.