MICOLOGÍA

Las zonas seteras pierden visitantes e ingresos y dan por perdida la temporada

La mala campaña de setas, marcada por la sequía, entra en su recta final. Las lluvias anunciadas para hoy llegan tarde al Pirineo al coincidir con las primeras heladas.

Las zonas seteras pierden visitantes e ingresos y dan por perdida la temporada
Las zonas seteras pierden visitantes e ingresos y dan por perdida la temporada
RAFAEL GOBANTES

La temporada de setas de otoño está a punto de finalizar y el balance no puede ser más pesimista. La sequía que ha dejado vacíos los pantanos se ha notado también en los bosques por la escasez de hongos. Aunque desde hoy se anuncian lluvias, los expertos creen que llegan tarde.


«No ha habido setas, ni las hay ahora ni se espera que las vaya a haber porque aunque llueva ya empieza a helar», afirma José María Ariño, alcalde de Sopeira, en la Ribagorza, una de las principales zonas micológicas de la provincia. A su juicio, no hay tiempo para remontar, por mucho que la Agencia Estatal de Meteorología anuncie para hoy en el Pirineo y el centro de la provincia precipitaciones de hasta 50 litros.


En esta comarca, las setas atraen cada año a miles de visitantes, ya sea para recolectar o para degustar en los restaurantes. «Los hosteleros dicen que la época de setas es mejor que la de verano», comenta Ariño. Pero además, para muchas personas de la zona, la recolección y venta de hongos supone una importante fuente de ingresos que complementa las economías familiares.


También se ha notado en el municipio cercano de Montanuy, donde los negocios de hostelería y las casas rurales viven de esta afición en otoño. «Hoy (por ayer) es el primer día que han caído unas gotas desde agosto, pero ya es tarde, porque la temporada acaba sobre el 20 de octubre, cuando empieza a hacer frío, y la semana pasada ya tuvimos alguna helada por la noche», explica José María Agullana.


La imagen de esta escasez está en el punto micológico de Ayerbe, que abrió sus puertas el pasado fin de semana. Apenas ha recibido consultas, y las pocas setas que exhibía se trajeron de muy lejos. Su responsable, Antonio Palazón, todavía confía en que en las zonas menos frías puedan salir hongos si llueve abundantemente esta semana. Está convencido de que en cuanto caigan las primeras precipitaciones se va a acelerar el ciclo. «Para que aparezcan especies un poco grandes habrá que esperar unos 15 días, aunque esto no es matemático», explica el micólogo. Más difícil es en el norte de la provincia, donde las heladas pueden abortar el brote.


En Ayerbe había programada el sábado una salida al monte. Otros otoños llegaban a participar hasta 30 personas, «pero la gente no se ha apuntado esta vez porque sabe que la cosa está mal». Hay previstas otras dos el 29 de octubre y el 5 de noviembre.


Jornadas en Ayerbe


La situación preocupa de cara a las jornadas micológicas organizadas para el próximo fin de semana, aunque no pierden las esperanzas de que mejore algo. Las jornadas, las más veteranas de la provincia, cumplen 21 años con numerosas actividades programadas: exposiciones, clasificación de hongos, degustación, concurso de centros decorativos micológicos, lecturas y un concurso de cocina.


Sea como sea, el puesto seguirá abierto hasta el 6 de noviembre: los sábados de 16.30 a 20.30 y los domingos, de 11.30 a 14.00 y de 17.00 a 18.00 porque, como comenta Palazón, a más de uno le ha librado de una ingestión de setas tóxicas que lo podrían haber llevado al hospital. Palazón recordaba ayer que «otras temporadas corren aquí las cestas a porrillo, la llegada de gente es constantes, pero este año no entra nadie con setas porque no hay».