El día ya está decidido. Será el 23 de junio cuando los hortelanos que cultivan frutas y hortalizas ecológicas planten sus puestos para que el consumidor tenga acceso directo a unos productos que difícilmente se encuentran en las tiendas. Lo que todavía está por resolver es el emplazamiento. El sindicato UAGA, promotor de este mercado, entregará hoy en el Ayuntamiento la solicitud para desarrollar esta venta directa, que, de momento, se llevará a cabo una vez al mes.

El día 23, productores de frutos secos, verduras y frutas ofrecerán a los oscenses los cultivos de sus tierras. A falta de organizar turnos y de que la demanda se amplíe, serán ocho los agricultores que inaugurarán el mercado, donde es posible que también se ofrezcan huevos procedentes de gallinas alimentadas de forma ecológica e incluso algo de ganadería, según dijo el presidente provincia de UAGA, David Solano.

El mercado agroecológico se planteó hace dos meses a partir de una propuesta presentada por el grupo municipal de Izquierda Unida que recibió el apoyo del resto de la corporación. Desde el principio se apuntó el jueves como día idóneo para esta actividad y la plaza de Concepción Arenal como el espacio más adecuado debido a que los jueves se celebra allí un mercado de flores muy concurrido.

Pero la ubicación es uno de los puntos que hay que debatir así como la organización del mercado en función de los productores interesados, los aparcamientos y el montaje de las carpas. A la lonja oscense acudirán hortelanos de Sariñena, Albero Alto, Fraga, Anzánigo Funcalderas (Zaragoza) y Huesca.

Entre los productores locales está la Asociación A' Chordiga, integrada por 60 familias que autogestionan una finca particular cedida para este uso y que fue una escuela taller de agricultura ecológica en las proximidades de la ermita de Salas. En junio hará dos años que un grupo de jóvenes con formación agrónoma y forestal emprendió un proyecto que, además del cultivo de verduras y hortalizas, aborda la difusión y educación sobre ecología, medio ambiente y agricultura.

A' Chordiga se financia con la venta de verdura a sus socios. Diego Aso y Guillermo Valenzuela, con la ayuda de Marta Estopiñán, se encargan de cultivo de la tierra. La distribución también es sencilla, ya que los socios acuden a la finca a recoger la cesta semanal o a los puntos de encuentros que se establecen cada siete días. «Producir verdura es sencillo, lo complicado es hacerla llegar al consumidor porque las redes de comercialización son muy complicadas», comentó Aso.

Cebolla tierna, remolacha, zanahorias, lechugas calabacines y pepinos son algunas de las verduras y hortalizas que ahora crecen en la finca. Es lo que da la época porque adaptarse a los ritmos de la naturaleza es una de las pautas de la agricultura ecológica y una de las diferencias de este modelo con el sistema industrial. Otra de las diferencias del cultivo ecológico con el intensivo es el uso de determinados fertilizantes. «Se trata de usar los recursos más cercanos posibles como los estiércoles de la zona y el tratamiento de plagas apenas existe porque en vez de combatirlas convivimos con ellas para tratar de encontrar un equilibrio entre especies y tierra», explicó Diego Aso.

Los productores esperan que con el nuevo mercado de Huesca se recupere, además de la venta directa, un modelo de abastecimiento que se ha perdido, el de consumir lo que da la temporada. «No se puede ser caprichoso y hay que adaptarse a lo que hay en cada momento», apuntó Aso.

La iniciativa de los agricultores altoaragoneses se suma a otras emprendidas ya en Zaragoza al abrigo de una tendencia que está abriendo mercados.