La raza merina de Montes Universales, en peligro de extinción

Los ganaderos de la sierra de Albarracín llevaban 15 años esperando la declaración para el ovino, que ha salido en el BOE.

La ganadería ovina de la sierra de Albarracín ha recibido un fuerte impulso al haber sido declarada la raza merina de los Montes Universales como especie en peligro de extinción, una calificación que llevaban tramitando los ganaderos desde hacía quince años.


La declaración ha sido refrendada la semana pasada tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) cuando, según palabras de uno de los miembros de la Asociación de Ganaderos de Raza Ovina Merina de los Montes Universales, Amermu, Guadalupe Arbués, "ya no se esperaba". "De hecho –añadió–, ha pasado tanto tiempo que hay ganaderos que participaron en la creación de la Asociación que ya se han retirado".


Por tratarse de una variante de la merina española, los trámites para considerar a esta raza autóctona de los Montes Universales ha en peligro de desaparecer han sido muy largos y pormenorizados, con pruebas morfológicas y genéticas continuas. Este tipo de ovejas, de las que escasamente quedan 5.000 cabezas de las que se que pueda certificar su pureza, son más pequeñas y rústicas, muy adaptables a la complicada orografía, con veredas situadas a cotas elevadas, y extrema climatología de los Montes Universales.


La orden deberá pasar, sin embargo, un último y decisivo paso como es su ratificación por parte del Gobierno de Aragón, organismo competente en esta materia. Los ganaderos esperan que se confirme en el mes de septiembre a más tardar.

Mayor valor añadido


Para los ganaderos, la declaración en peligro de extinción del ganado ovino autóctono de esta zona es un importante logro que supone "abrir puertas para trabajar y comercializar la carne con el sello de calidad", explicaba Guadalupe Arbués, quien considera que, además, permitirá incrementar el valor añadido de este producto cárnico.


Los propietarios de los rebaños también pueden tener acceso a ayudas establecidas para la ganadería en vías de desaparición y para contribuir a su mejora genética.


En la actualidad, un total de 25 ganaderos disponen de rebaños de esta raza, la mayoría trashumantes, que, a falta de pastos en invierno, realizan largos desplazamientos en noviembre a tierras de Andalucía y de Castilla la Mancha en busca de alimento. Arbués señaló los beneficios que esta ganadería extensiva aporta a los montes de la zona, facilitando su limpieza natural, lo que reduce la repercusión de los incendios.


Guadalupe Arbués destaca el hecho de que solamente pueden beneficiarse de la declaración las reses censadas en los Montes Universales, con lo que también tienen cabida los ganaderos del Alto Tajo de las provincias de Cuenca y Guadalajara. Estos, no obstante, deberán tramitar las gestiones en sus respectivas comunidades autónomas.


Uno de los pasos más importantes que quedan por hacer son los trabajos en el ámbito de la genética con objeto de ir depurado la pureza de la raza.

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