gastronomía

El restaurante Ambrosio&Justino 'adopta' los populares bocadillos de La Mari

En la carta se incluyen propuestas como el Manolito o el Maxi Dani, que se preparaban en El Siberiano del mercado Azoque.

Manuel Franco y La Mari han dado una nueva vida a los populares bocadillos de El Siberiano.
Manuel Franco y La Mari han dado una nueva vida a los populares bocadillos de El Siberiano.
A. Toquero

Los bocadillos que servía La Mari en el mercado Azoque han regresado a otra carta y a una nueva barra. Ya no es la de El Siberiano, que definitivamente cerró sus puertas en mayo, sino la del restaurante Ambrosio&Justino, en el entorno de la plaza de toros de Zaragoza.

Su dueño, Manuel Franco, era cliente habitual de este bar cuando dirigía la empresa Maxi Copy. “Casi todos los días iba a visitar a La Mari y la mayoría probaba alguno de sus bocadillos”, rememora. Tanta confianza tenía que un día le propuso que preparara uno con sus ingredientes preferidos -ternera, queso, jamón serrano y huevo-, y así lo hizo.

De aquello han pasado unos cuantos años -28, en concreto- pero desde ese momento el bocadillo fue bautizado y se quedó con un nombre: Manolito. Eso sí, María del Mar García, la popular Mari, hizo un pequeño cambio. “La verdad es que con ternera está muy bueno, pero para El Siberiano se iba de precio, así que le propuse a Manolo sustituir el filete de carne por beicon y así lo hicimos”.

El 'Manolito' se mantiene vivo en la nueva carta de Ambrosio¬Justino.
El 'Manolito' se mantiene vivo en la nueva carta de Ambrosio¬Justino.
A. Toquero

Los dos recuerdan ahora esta anécdota sentados en una mesa del restaurante Ambrosio&Justino. Manuel Franco se ha pasado al negocio hostelero y La Mari se ha jubilado después de 36 años de trabajo. También rememoran cómo se volvieron a reencontrar poco antes de que cerrase el último bar del mercado Azoque. “Fui a despedirme, a comer mi último Manolito, y allí, hablando un poco de todo, surgió la idea de 'adoptar' este bocadillo e incorporarlo al espacio de cafetería”, explica.

No ha sido el único, ya que al final se ha animado a ofrecer una carta con más de una docena. “La verdad es que empezamos con la idea de probar y están funcionando muy bien”, prosigue. No solo el que lleva su nombre; también otros como Maxi Dani, El Siberiano o Don Fernando.

Cada uno tiene su historia vinculada a La Mari. Dani, por ejemplo, era un compañero de Manuel Franco en Maxi Copy. A él le gustaban como ingredientes tortilla de ajos tiernos, beicon, setas y tomate, mientras que Fernando era un amigo que le echaba una mano en el bar.

Manuel Franco y La Mari han dado una nueva vida a los populares bocadillos de El Siberiano.
Manuel Franco y La Mari han dado una nueva vida a los populares bocadillos de El Siberiano.
A. Toquero

En el diseño definitivo de esta carta, La Mari bromea con que le ha cedido a Manuel los derechos de autor, pero no se ha metido en la cocina. Si acaso, ha dado el visto bueno a todas las propuestas que ella preparó durante tantos años, “pero nada más”.

Para elaborarlos, el equipo de cocina del restaurante emplea un pan de agua de 140 gramos. “Son bocadillos grandes -reconoce Manuel- que no necesitan de mucha compañía”. “Bastante parecidos a los de El Siberiano”, añade María del Mar. Incluso en el precio, muy asequibles. Todos están entre 6 y 8 euros.

El propietario de Ambrosio&Justino se ha preocupado de que en la cartelería aparezca bien clara la autoría de los populares bocatas. Además, de alguna forma está cundiendo el ejemplo que estos dos amigos empezaron a hacer realidad hace casi 30 años. “Ya hay algún cliente que me ha dicho que también quiere tener su bocadillo y lo cierto es que hay propuestas de ingredientes muy interesantes”. Lo dicho, el espíritu de La Mari sigue muy vivo. 

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