Como cada primavera desde hace ocho años, González Byass acaba de poner en el mercado la versión más pura de uno de sus vinos más esperados por los aficionados, el Tío Pepe en Rama, que en esta ocasión se presenta más "vivo y salvaje" que nunca. Así lo aseguró el hacedor de vinos de firma jerezana, Antonio Flores, durante la presentación de la saca de 2017 del vino, que tuvo lugar esta semana en Madrid, coincidiendo con la época en la que la 'flor' bajo la que se cría "es más activa e inunda de vida la bodega".

Antonio Flores, enólogo y 'master blender' de González Byass, interrumpe por estas fechas la quietud de la bota con su venencia para descubrir y seleccionar este vino de Jerez, año tras año.

Tiza, bodega y largas horas de meditación dan como resultado el descubrimiento de 60 botas en las que "el tiempo parece haberse detenido" y de las que emerge Tío Pepe en Rama. Las bodegas centenarias de La Constancia han custodiado las botas de Tío Pepe, protegiéndolas del intenso viento de levante del ya lejano verano. El frío invierno ha hecho que el manto de la 'flor abrigara el vino para que la primavera traiga un Tío Pepe en Rama fragante, intenso, brillante, salino y limpio.

Tío Pepe en Rama 2017 presenta un color amarillo pálido con reflejos dorados y verde oliva. En nariz es aromático y muy elegante, con un intenso carácter a levadura de flor. Ofrece un característico aroma a almendra, típico de la variedad palomino fino, con la que se elabora.

"Fresco, complejo y expresivo, pero sobre todo, vivo y salvaje", señaló el enólogo. Este vino una buena elección para maridar pescados, mariscos, quesos, carnes blancas y tapas.

La etiqueta de la edición 2017 se ha obtenido de diseños históricos y originales que la Fundación González Byass conserva a lo largo del tiempo en su archivo histórico.

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